Tu cocina necesita urgentemente ser actualizada pero solo pensar en hacer obra consigue que se te erice todo el vello del cuerpo y que tengas escalofríos... ¿Quieres sumarte a las últimas tendencias pero sin que eso trastoque tu vida? José Miguel Simón, interiorista y director de Iconno, te ayuda a convertir tu cocina en el centro de todos los halagos en tan solo tres pasos.
1.- Oculta con estilo
Tanto si tu cocina está unida al comedor, creando un único espacio, como si un tabique la separa de él, es hora de que eso cambie. “Las puertas correderas ligeras, que dejan entrever lo que ocurre al otro lado, son tendencia en todo lo relativo al hogar: para separar el salón del comedor, el vestidor del dormitorio o la cocina de comedor y zona de estar”, comenta José Miguel Simón.
Otro detalle muy importante a tener en cuenta: nada debe quedar a la vista. Las ollas, las sartenes, la cristalería, el pequeño electrodoméstico, todo debe estar a mano, pero oculto. La postal debe ser perfecta. Más ahora que se verá desde otros puntos de la casa. Pero… ¿y cambiar los armarios? No te preocupes, la solución es más sencilla: simplemente pide que te instalen unas puertas completas que cubran los espacios de arriba abajo. La distribución interior quedará tal cual, pero el aspecto exterior será totalmente distinto.
2.- El arte en la cocina
El hecho de que cocina y comedor queden “unidos”, ha convertido esta primera en una prolongación del segundo en todos los aspectos. Mismos suelos, mismos tonos y materiales en las paredes y, por qué no, mismo tratamiento de estas. “Si el comedor y el salón son los lugares perfectos para acoger obras de arte, ¿por qué no hacer de la cocina también uno de ellos?”, añade Simón.
Hazlo, ¡sin miedo! Solo tienes que incorporar un buen extractor o elegir una pieza resistente (las fotografías plastificadas son perfectas para este entorno).
3- La iluminación todo lo cambia
¿Cuántas veces lo has oído? Cientos, seguro. Porque es una gran verdad. Por desgracia, tradicionalmente las cocinas han sido dotadas con una iluminación intensa, más propia de un quirófano que de un entorno acogedor, donde disfrutar de largas charlas. Utiliza la iluminación blanca e intensa únicamente en la zona de trabajo. En la isla, en la mesa alrededor de la que charlar, elige unos focos puntuales, con una luz más suave y, a ser posible, de tonos amarillentos, ocres, cálidos.