Balcones con alma de terraza para disfrutar del verano en la ciudad

Te sorprenderá lo fácil que es convertir tu balcón, por pequeño que sea y desaprovechado que esté, en tu lugar preferido de la casa. Estas ideas te permitirán diseñar una zona de estar o un comedor para dos, contar con espacio de almacenaje extra, crear un vergel urbano… ¡Descubre cómo!

balcones 1a
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Si algo ha puesto de manifiesto el confinamiento es nuestra necesidad de contar con un espacio exterior, donde respirar, incluso el aire de la ciudad, desayunar los fines de semana, leer un libro a media tarde o disfrutar de la cena con la tele apagada y buena conversación. En esta nueva realidad y nueva necesidad, los balcones han adquirido un mayor protagonismo en nuestro día a día, que merece una decoración tan funcional como bonita que nos haga sacar los bártulos a la calle. Estas ideas prácticas te ayudarán a sacarle partido, incluso cuando se trate de uno mini y estrecho que tenías condenado a trastero, convirtiéndolo casi en la terraza que siempre quisiste tener. Antes de ponerte manos a la obra, decorativamente hablando, es importante que crees una distribución fluida, que permita moverse, le abras al resto de la casa, para ampliar sus metros. y cuentes únicamente con los muebles estrictamente necesarios. ¿Necesitas inspiración? ¡Sigue leyendo! Foto: IKea

Sobre el autor

Lola Marquez

Periodista

Llegué al mundo de la decoración y el diseño de casualidad y me quedé para siempre. Y, a pesar de que han transcurrido muchos, muchos años (como en los cuentos), sigo viendo, leyendo y, por supuesto, escribiendo con la misma ilusión y las mismas ganas. He tenido etapas, como todas, he cambiado de estilo y he sustituido en mi corazón ‘deco’ los suelos de madera por el papel pintado, aunque sigo guardando un lugar especial para un buen sofá: será cosa de la horizontalidad. También he comprobado que el amor verdadero por la decoración se pega y se transmite de generación en generación. Para comprobarlo, basta con ver las habitaciones de mis hijas y recordar el recibidor de mi infancia.