Ya hemos comentado en anteriores ocasiones que el tamaño no importa cuando hablamos de armarios pero, la disposición, forma y estilo, sí. Por ejemplo, no es lo mismo tener un armario abierto, con toda tu ropa a la vista y puesta en barrotes en la pared o en forma DIY con una rama bonita de árbol, que un armario cerrado, de tamaño XXL y cuyos pomos, color de las puertas y baldas interiores han sido pensadas al milímetro.
La primera opción -el armario abierto- está de moda y nos encanta porque permite jugar mucho con la imaginación. Desde armarios DIY hechos con madera, baldas de pino en la pared, estantes pequeños y grandes mezclados entre sí con accesorios de mimbre y ratán... hasta colocar la ropa y los accesorios para que aporten ese aire informal y juvenil al dormitorio (y, admitámoslo, el armario abierto permite salir pitando por la mañana...). Por otro lado, el armario cerrado es más estético, tiene más variedades que la primera y puede albergar más ropa, lo que también nos ayudará a ahorrar espacio y a tener un armario en orden.
Más allá de las claves para elegir el armario ideal, te vamos a decir algunas de las ventajas y desventajas del armario abierto frente y del armario cerrado.