Abatibles, pivotantes, sin marco, con barrotillo, ciegas, correderas… Las puertas juegan un papel fundamental en el estilo de tu casa. Aíslan y comunican. Dejan pasar la luz o confieren intimidad. No pienses en una puerta solo lisa o la clásica con moldura. ¡Hay todo un mundo por descubrir! Y no imaginas el poder que tienen en la decoración. Con puertas nuevas actualizarás todo el estilo de tu casa.
¿Quieres rejuvenecer el aspecto de una estancia?¿Ampliar visualmente los metros de una habitación? ¿Decorar sin perder la funcionalidad de la puerta? Conviértete en un experto en decoración de interiores con estas claves. Cambia de puertas, recupera una antigua o moderniza con pintura las que tienes. Tú eliges.
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Puede que no nos demos cuenta de la importancia de las puertas en decoración hasta que no te decides a cambiar las tuyas. Es entonces cuando adviertes la cantidad de opciones y posibilidades existentes en el mercado. Si te planteas una reforma, un cambio de carpintería o una actualización de tus puertas actuales debes conocer todas para elegir la que mejor conviene al espacio por tamaño, tipo de apertura, acabado y diseño.
Dime cómo se abre y te diré qué tipo de puerta es
Abatible. Es el tipo de apertura más común. La hoja se fija al marco o a la pared con bisagras por un lado, que hace de eje para la apertura. Pero una puerta abatible puede ser de muchas formas. ¡Vamos a ir descubriéndolas! Ten en cuenta que según sea el tamaño de la puerta puede incluir dos hojas abatibles o un fijo y una puerta.
- En acordeón o librillo. Es otro tipo de apertura plegable. Se trata de las puertas que se presentan varias hojas, unidas entre sí por un sistema de bisagras y que se pliegan en un lado a modo de fuelle de un acordeón.
- Corredera. Las puertas correderas pueden ser sencillas (una hoja) o dobles (dos hojas). Hay dos formas de tener una puerta correderas en casa. Por un lado están las empotradas dentro de un tabique (generalmente un falso tabique que sustituye al original), que son puertas que se venden con un armazón o premarco.
- Correderas vistas o sobrepuestas, que llevan un sistema de guías que queda a la vista y la puerta se desliza por la guía hacia un lado y queda sobre el tabique. Este sistema, aunque muy estético, obliga a que el tabique sobre el que se desliza la puerta cuando se abre quede siempre despejado. Por el contrario, si la puerta es empotrada la pared queda libre para apoyar un mueble.
Las puertas correderas pueden ser de madera, de cristal o de madera y cristal. La ventaja de una corredera es que liberas a la estancia de mantener despejada la zona de la apertura. En aseos pequeños es una práctica solución.
Las puertas pivotantes de eje vertical se salen de lo común por su tipo de apertura. La puerta pivota en un eje vertical y la apertura es más amplia y luminosa. Este diseño sustituye la bisagra por pernos colocados en los extremos de la hoja (en la parte lateral inferior y superior). Pero quedan ocultos. En la parte superior de la hoja se coloca un perno giratorio que fija la puerta a los marcos lateral y superior, mientras que en la inferior el perno soporta el peso y fija la puerta al marco y al suelo. Este tipo de apertura soporta puertas de grandes dimensiones.
Apertura tipo vaivén. Vienen y van, como su nombre indica. Estamos acostumbrados a verlas en las cocinas de los restaurantes, ya que resulta muy cómoda su apertura en uno u otro sentido con solo empujar la hoja. Se cierran solas. Pero requieren espacio para que la hoja recorra su camino a ambos lados de la puerta.
Tipos de puertas para tu casa según su diseño: