El terciopelo ha llegado para instalarse (¡y quedarse!) en cualquier habitación de la casa. En cortinas, cojines, una butaca, un cabecero, un sofá o un puf. Así que tanto en el salón, como en el dormitorio, en el comedor o en el recibidor es bienvenido. Las pasarelas de moda lo rescataron del baúl del olvido y ahora es imprescindible dentro y fuera del armario. Su sofisticación y elegancia son sus puntos fuertes.
Razones del éxito del terciopelo
- El terciopelo combina bien con cualquier estilo decorativo. Más clásico, romántico, moderno, cosmopolita… ya no hay límites.
- Y coordina con cualquier material. Lacas en ambientes contemporáneos. Maderas, naturales o tratadas, aclaran su tono, lo complementan, ponen la nota chic… y con los metalizados (dorados, plateados o cobrizos), son la pareja más glamurosa.
- Sucumbir a su suavidad es sencillo. Al pasar la mano las fibras de este tejido abrazan. Imagina el placer de sentir esa suavidad al sentarte en una butaca.
- Su brillo acapara miradas a primera vista, así que basta con incorporar a tu decoración un mueble aterciopelado para que todo el mundo se percate del cambio. Y ese brillo aporta elegancia y distinción en cualquier ambiente.
- Actualmente, los fabricantes de telas han incorporado tratamientos antimanchas a tejidos de terciopelo que hacen que sea más fácil su limpieza y mantenimiento.
- Los colores son brillantes y vibrantes. Desde los más oscuros e intensos hasta los tonos pastel. Juega con el color según el efecto que quieras conseguir.