En la limpieza de casa, al igual que ocurre con las dietas, la clave del éxito está en el mantenimiento, si no quieres caer en el efecto rebote y volver a empezar. Porque, ¿de qué te sirve limpiar todo de arriba abajo si luego no incorporas en tu rutina ciertos gestos, para mantener todo impecable? Estamos ante una tarea no demasiado agradable, pero sí necesaria, por lo que debe ser lo más eficiente y rápida posible, de manera que nos deje tiempo libre para hacer otras cosas. Estas ideas de decoración te ayudarán a lograr el objetivo: una vivienda impoluta… ¡O casi!
10 consejos diarios para mantener tu casa como si acabaras de limpiarla
Disfrutar de una casa limpia y ordenada, sin esfuerzo y en tiempo exprés, es posible, siempre que incorpores en tu rutina diaria, y en la de tu familia, ciertos gestos y costumbres. ¡Ponlos en práctica!

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Texto: Lola Márquez

Prohibido subir las escaleras con las manos vacías
Este mantra, en el que puede sustituirse la escalera por cualquier estancia, te permitirá aprovechar al máximo cada viaje al piso superior. Para que sea realmente práctico, coloca una cesta al pie de las escaleras (o arriba), que sirva como contenedor para los objetos quieres trasladar. Si optas por un modelo de mimbre o fibra vegetal decorarás, al mismo tiempo. Evita, en la medida de lo posible, utilizar los escalones como estantes provisionales. Foto: Fredericia.

La regla de los 10 minutos
Para que el trabajo no se acumule, intenta darle un enfoque ‘lúdico’, estableciendo un sistema que implique a todos los miembros de la casa (niños incluidos) y que no lleve más de 10 minutos de día. Fija pequeños objetivos, fáciles de conseguir, como mantener los escritorios de la habitación ordenados o recoger los calcetines que suelen quedar debajo de la cama. ¡Te sorprenderá el resultado! Foto: cuckooland.

Prepara adecuadamente la entrada
Antes de entrar en casa, procura que todos dejen en el recibidor lo que no necesitan dentro: desde el abrigo, hasta las zapatillas o las llaves del coche. Comienza con colocar uno o dos felpudos, uno en el exterior y otro en el interior, para que la suciedad y el barro se queden fuera. Después, para que este espacio sea realmente práctico, como este de Alvhem, pon un perchero y, si es posible, un zapatero, una consola o similar donde vaciarse los bolsillos y dejar el correo, un paragüero… Cuanto más práctico y equipado sea, más limpio estará el interior.

Abrir y ordenar el correo cerca de la papelera
Puede parecer extraño, pero esta idea de decoración te salvará de la acumulación de sobres, papeles y publicidad encima de la mesa de centro del salón o en la de tu despacho. Cuando recojas el correo, deshazte de todo lo innecesario al instante y clasifica el resto, sin demorarte días en la tarea. No permitas que se acumule y recicla, al mismo tiempo, depositando cada cosa en el contenedor indicado. Foto: Vitra.

Di sí al minimalismo decorativo
La casa más fácil de organizar es aquella que más se acerca al minimalismo y más se aleja (incluso cuando es tendencia) del maximalismo. Tampoco se trata de eliminar todo lo que te rodea, sino de separar las cosas que te hacen la vida más fácil de las que no te proporcionan ninguna alegría, ni siquiera decorativa. Sigue el método de Marie Kondo, poniendo énfasis en la felicidad que puede proporcionar un objeto. Si te hacen feliz, guárdalas, pero si no te inspiran tanto, regálalas o ponlas en un lugar donde no acumulen polvo. Ten en cuenta que el nuevo minimalismo luce más cálido y personal, como demuestra este ambiente de Muuto, así que no tengas miedo.

Trabajar en equipo
Está demostrado que un trabajo es más fácil y rápido cuando lo hacemos juntos. De esta manera, coloca cestas o cajas estratégicamente situadas en un rincón del salón, como en esta propuesta de H&M Home, o en el pasillo, en las que depositar todo lo que encuentras por casa: un jersey, un libro, el cargador del móvil... Así, será tarea de cada uno, devolver cada objeto al lugar que le corresponde. Lo dicho, trabajo en equipo.

Recoger mientras se cocina
Y no lo decimos solo nosotros, sino grandes chefs con estrella Michelin. Esto hará que la persona que cocine ese día tenga más cuidado con el número de cucharas de palo y tablas de cortas que utilice, al mismo tiempo que logrará que, cuando termines de comer o cenar, no te encuentres con un fregadero abarrotado y una encimera con manchas. Aunque al principio cueste, al final agradecerás ir bayeta en mano. Foto: Santos.

Pequeños objetivos, grandes resultados
Si no quieres darte la paliza el fin de semana, no dejes que se acumule el trabajo y haz algo cada día. Reparte las lavadoras de lunes a viernes y tiende la ropa antes de acostarte; no dejes que la ropa para planchar sea una montaña; si te toca ventanas, limpia una cada día; barre después de cenar; coloca los cojines del sofá antes de irte a la cama… Foto: Zara Home.

Limpiar el lavabo y la ducha después de cada uso
En los pequeños detalles está la diferencia. Por eso, es molesto comprobar que un interior impoluto puede no verse tan limpio, por unas simples gotas de agua. Acostumbra a todos los miembros de tu familia a pasar una bayeta de microfibra seca por la encimera, el espejo o la mampara para eliminar cualquier rastro. El truco es simple, rápido y cambiará totalmente el aspecto de tu baño, este de Roca. En la misma línea, recuerda a tus hijos que ¡la escobilla existe!

El kit de limpieza, siempre a mano
Si pierdes varios minutos buscando la bayeta del baño o el limpiacristales, te habrás cansado antes de empezar la tarea. Por eso, es necesario tener un lugar accesible donde tener a mano todos los productos y utensilios. Estas ‘cestas’ se pueden guardar fácilmente en los armarios bajo el fregadero, como en este ambiente de Cocinas Plus, en el baño o, incluso, en el cuarto de la lavadora. Para ser aún más eficiente, no dudes en tener un kit por habitación, o al menos uno general y dos específicos, para estancias determinadas.