Las interioristas Cristina Vílchez y Mireia Uriarte del estudio Vílchez Uriarte han convertido un apartamento de un barrio señorial de Madrid en una vivienda de estilo clásico, pero totalmente actualizada y muy personal.
El cliente es un americano que utilizará la vivienda casi con la misma asiduidad que su primera residencia, y pidió un ambiente clásico pero contemporáneo y con toques europeos. Además de ser un amante de la arquitectura y decoración clásica, también tiene un especial gusto por el arte, hecho que también se ha reflejado en la decoración y ha aportado carácter al piso.
Para este encargo, el estudio realizó una reforma integral en la que propuso una nueva distribución que se adecuara a las necesidades del dueño de la vivienda. Es decir, una distribución tradicional, con la cocina, el comedor y el salón en espacios diferentes, y un pasillo que divide la zona de día y la de noche .