La Catifa es una de las fincas más espectaculares de la Costa del Sol, situada en Estepona (Málaga) –a cuatro minutos de la playa y del centro, con una arquitectura original andaluza, ubicada en una vasta finca amurallada de más de 7.000 m2–. En toda la extensión del terreno encontramos varias viviendas, aunque todas ven respetada su privacidad.
Desde que cruzamos el acceso principal sentimos que estamos en un oasis verde, gracias a la intervención del estudio de paisajismo marbellí La Menara. Vemos el extenso terreno, así como la casa principal, con sus exteriores junto a tres casitas pequeñas para invitados, una pista de pádel, unas caballerizas y una pista de caballos.
“La casa ha pasado por varios propietarios que han ido dejando su esencia en cada uno de los muros y paredes: desde frases en árabe hasta mensajes religiosos, como el que hay en la cocina. Para nosotras, ha sido todo un reto poder integrar todos esto elementos y características de motivos especiales que hacen que esta vivienda sea tan particular”, comentan las interioristas Alicia Fuertes y Sara Santamarta, diseñadoras de interiores del estudio Fuertes Santamarta y autoras de este proyecto. Y añaden: “Como siempre, para nuestro estudio, lo principal ha sido dotar a los interiores de naturalidad sin perder el toque esencial de clase y lujo. En tonos neutros, cálidos y muy frescos. Apostamos por los linos, yutes, cerámicas y textiles de gran calidad.”
Foto: Belén Imaz Realización: Beatriz Torelló
En esta vivienda destaca una galería acristalada que comunica todas las estancias, desde el aseo, tres amplios dormitorios en suite con sus propios vestidores y un acceso directo al jardín principal hasta llegar al otro distribuidor, desde el que se accede al salón, el comedor y la cocina.
Foto: Belén Imaz Realización: Beatriz Torelló
“Nuestra intervención en la galería consistió en ampliar las ventanas hacia el patio para maximizar la luz del exterior y poder disfrutar de la vista, ya que el patio cuenta con una preciosa fuente y una masa de buganvilias con un intenso color que ha resistido más de 200 años. Por su parte, él es el corazón del proyecto: un espacio para reunir a la familia (que es mucha) y vivir la casa”, aseguran las interioristas.
Foto: Belén Imaz Realización: Beatriz Torelló
Arcos protagonistas
Las estructuras en forma de arco son un elemento recurrente protagonista en muchos espacios, especialmente en la zona de estar (con techo en bóveda), en la que se han diseñado los laterales de la chimenea: unas estanterías empotradas en forma de arco simétricas.
“Debían ser de arco para jugar con las formas y seguir la línea que nos marcaba la arquitectura de esa zona con las ventanas en arco y el característico techo; así como la puerta de acceso realizada en madera de pino, con medio arco y vidrio entelado”, aseguran las interioristas. El comedor sigue la misma línea, con sus arcos y vigas en blanco puro. Este espacio se ubica al final de unas grandes escaleras y bajo un gran arco.
