Es la segunda reforma que Serra Norte Arquitectos realiza en este edificio de 1956. Y no es un edificio cualquiera, está en pleno centro de Madrid, tiene vistas al Parque del Retiro y sus estructuras están llenas de potencial. Debemos una especial mención a las vigas y pilares que recorren las distintas estancias.
La vivienda contaba con 167m2 mal distribuidos, con un largo pasillo que daba paso a habitáculos pequeños y pocos funcionales. Los arquitectos e interioristas, junto a la arquitecta Laura Hidalgo, decidieron plantear espacios más diáfanos agrupando los usos complementarios.
“Partiendo de una geometría poco ortogonal, decidimos apoyarnos en formas orgánicas y curvas para generar conexiones de manera sutil, componiendo un núcleo central distributivo que da acceso a todas las estancias de la vivienda, que ahora cuentan con mayor amplitud y luminosidad”, explican desde Serra Norte Arquitectos.
Foto: Javier Bravo Estilismo: Beatriz Aparicio Ibáñez
Claves deco: detalles industriales
Se han mantenido detalles originales como la superficie de hormigón vista, los pilares y las vigas descolgadas en los techos. Esta combinación de materiales otorga un aspecto más industrial y ecléctico, que fusiona los elementos existentes con los renovados y confiere una estética muy actual con un cromatismo neutro y homogéneo.
Además de estos elementos, también se han mantenido las puertas originales, que han sido restauradas, y la estantería del salón, que pertenecía a la antigua biblioteca de la vivienda y se ha adaptado para su nueva ubicación.
Los radiadores de hierro también se han recuperado de diversas zonas de la casa y redistribuido para los usos actuales y, junto a las tuberías de agua caliente, se han pintado y dejado a la vista.
Colores neutros y madera
Los colores neutros y claros predominan en la decoración de esta vivienda que fusiona la funcionalidad moderna de una casa del siglo XXI con detalles naturales y elementos clásicos. La madera, por otro lado, es la clara protagonista, tanto en suelos como en mobiliario.
Los rodapiés de madera se enrasan con las paredes de estuco y los techos se dejan revestidos con yeso sin pintar.