Viendo las imágenes, nada queda de aquel viejo, oscuro y excesivamente compartimentado piso de 1959. Ahora cada espacio desprende una acertada sensación de confort y amplitud teniendo en cuenta que la base del proyecto era “crear un ambiente neutro y a medida, unificando los espacios a partir de los acabados”, explica Alexandra Leira, directora creativa del estudio.
Cuando la familia heredó este piso situado en la zona alta de Barcelona, supo desde el minuto uno que iba a necesitar una reforma integral no solo para actualizar instalaciones, estructuras, etc., sino también para adecuarlo a sus necesidades, empezando por una nueva distribución. Y para ello se pusieron en manos del estudio de interiorismo Leira Designs que rápidamente captó las ideas que los propietarios planteaban.
El piso cuenta con un pequeño balcón junto al salón que permite que este se prolongue visualmente hacia el exterior. Foto: María Pujol
Con la colaboración del arquitecto Robert Ruesga, de LIS-TUA, el primer paso fue pensar en la nueva distribución para los 105 metros cuadrados del piso. El planteamiento fue zonificar el espacio en base a dos bloques; uno de ellos agrupa las estancias prioritarias de salón, comedor, cocina, pasillo, aseo de cortesía y suite con baño, y el otro se concentra en los dos dormitorios infantiles con baño compartido.
La cocina recibe luz natural a través del cristal que lo comunica con el comedor. Al no ser directa, genera una atmósfera muy cálida, potenciada por el uso de la madera y los textiles de tono caldera. Foto: María Pujol
En este sentido, las tonalidades elegidas juegan un papel importante en la decoración de interiores. Sobre una base cromática general muy neutra, se busca ante todo que ésta resulte serena y armonice todas las estancias en general. En el primer bloque predominan los tonos marrones y grises, más serios y cálidos, y en el segundo se ha optado por un verde pastel, más fresco y acorde al universo infantil.
Queríamos plasmar neutralidad y confort en cada espacio, unificándolos con acabados y jugando con colores neutros, dando así sensación de amplitud en espacios pequeños