Una chica joven, que quería decorar su primera vivienda, fue quien encargó este proyecto a la interiorista Aizhan Kunayeva, de Akka Interiors studio. Sus únicas peticiones fueron no usar un color beige y que el espacio estuviera limpio y no sobrecargado de detalles. ¿El resultado? Un piso juvenil pensado para tener visitas que apuesta por reflejar la personalidad de su dueña.
La clienta era el ejemplo de la juventud moderna. Una mujer sociable e independiente, con amor por los viajes y algo discreta. La joven quería tener la oportunidad de invitar amigos a casa. Es por ello que Kunayeva planificó el área común de salón-comedor y cocina como un open concept, con una isla en la cocina donde por la mañana se puede tomar café y por la noche unas copa con amigos.
En la cocina-comedor también dispuso una mesa para comer en compañía, que está a solo un par de pasos de la sala de estar, con un sofá y sillones colocados de forma ideal para poder charlar cuando invitase a gente. Pero no todo debía ser socializar. La propietaria también necesitaba un rincón donde poder trabajar y tener privacidad, por lo que se ideó un home office que a su vez es un lugar de descanso con biblioteca.
En cuanto al conjunto de la casa, el estudio propuso tonos saturados para cada zona y muebles de carpintería para la cocina, el cuerpo, la mediazona, las estanterías y las puertas, que se hicieron a medida por el taller de carpintería Tseh. Y en las paredes, pinturas Little Greene, que en su colección principal tiene un hermoso equilibrio de tonos fríos y cálidos.
