Conquistados por su luz, el espacio exterior de la terraza y su ubicación, los nuevos propietarios compraron esta gran casa sin pestañear, a pesar de ser conscientes de que habría que adaptarla a sus necesidades.
“La reforma que llevamos a cabo fue integral: la vivienda se encuentra en un edificio del magnífico arquitecto Gutiérrez Soto y, en el momento de su adquisición, disponía de una distribución muy buena, con una excelente orientación a una calle amplia de edificios representativos y otra a un gran patio de manzana. A pesar de ello, era una casa de importantes proporciones que no respondía a los gustos y usos de los nuevos dueños, un joven matrimonio, con gran sentido estético y mucha ilusión por crear un hogar para su familia”, cuentan Adriana Arranz-Sobrini y Cristina Chaves Galán, socias y fundadoras de Galán Sobrini Arquitectos, estudio responsable de la transformación de esta vivienda de diseño en Madrid.
A todo ello, cabe añadir que “la propietaria, fundadora de la firma de moda Magnolya Collection, necesitaba un ambiente que funcionara como despacho y showroom, con mucha luz y ligado a la zona de día, un espacio este último que teníamos que convertir en generoso y luminoso, amplio pero que pudiera compartimentarse para poder recibir visitas tanto familiares como profesionales. Esta flexibilidad la conseguimos con pasos de puertas dobles, todas con un diseño que respira un evidente acento afrancesado”, comenta Adriana.
Y ese juego de puertas se repite como recurso para ampliar, compartimentar y dejar que la luz natural circule por doquier. Y, claro está, para lograr una nota de estética gala. “De hecho, nada más entrar, encontramos un vestíbulo panelado que se conecta al gran salón a través de una embocadura que los delimita sin compartimentarlos. Se trata de un espacio con puertas de madera y cristal que permiten el paso de la luz a su interior –que de otra forma sería oscuro–. La idea siempre fue buscar un estilo afrancesado sin pecar de recargamientos”, apunta Adriana.
El mix clásico y contemporáneo siempre funciona cuando se busca diseñar estancias con personalidad y solera. Foto: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes
“Otro de los retos que afrontamos fue conseguir un equilibrio entre una casa de estilo clásico, sin pecar de recargado ni excesivamente ornamentado. Procurando que el paso de luz natural sea el máximo posible y haciendo los espacios amplios, luminosos y flexibles”, concluye Cristina.
El resultado final es un delicado trabajo de organización y un proyecto de interiorismo de arquitectura y estética clásica, pero confortable, de altas calidades y funcionalidad contemporánea.
Adriana Arranz-Sobrini y Cristina Chaves Galán, arquitectas, interioristas y fundadoras de Galán Sobrini Arquitectos. Foto: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes
Nuestros proyectos son acogedores y luminosos. Nos focalizamos en la distribución y en un interiorismo siempre funcional
- Adriana Arranz-Sobrini y Cristina Chaves Galán, arquitectas