La artista plástica e influencer natural de Minas Gerais (la región del sudeste de Brasil), Sophia Mattar, llegó a Sao Paulo hace un par de años para potenciar su carrera, sin saber que se acabaría enamorando de la ciudad. Y no es de extrañar: está considerada como una de las mayores urbes de negocios de la zona, debido a que su población dispone de un alto poder adquisitivo, hay una gran oferta cultural y de ocio... Sus grandes avenidas y skylines, al estilo americano, son otro de los símbolos de la ciudad.
Con todo, Sophia pronto mostró su deseo de vivir aquí, aunque se decantaba por algo especial, muy personal: una casa de espacios abiertos, minimalista y elegante, pero, sobre todo, tenía que ser un verdadero remanso de paz. Tras mucho buscar, dio con esta joya y se prendó de su luz, superficie y posibilidades. No le importó que hubiera que reformarla para ajustarla a sus necesidades, así que se puso en manos de las arquitectas Amanda Castro y Giovana Giosa, del Studio AG, quienes se hicieron cargo de la decoración de interiores de este ático dúplex de 235 m2.
Al margen de la distribución, “Sophia quería una decoración flexible, que albergara diferentes composiciones, y que tuviera una paleta de colores suave, ya que su día a día es muy ajetreado”, aseguran las arquitectas, quienes se decantaron por piezas ligeras y adaptables que dialogaran entre sí.
Foto: Fran Parente
Tonos suaves, diferentes texturas de los murales y tejidos de fibras naturales de mantas y almohadas le dan un estilo monocromático que aporta sensación de paz. Con la rehabilitación, la terraza también cobró protagonismo: la generosa área outdoor –de 60 m2 y con un estilo de patio trasero– se volvió aún más acogedora después de integrarse completamente en los entornos sociales.
Aquí se diseñó un área gourmet bajo una pérgola de eucalipto, con una pintura patinada que cubre la mesa y que dispone de un sobre de baldosa hidráulica y una sillas blancas; también se instaló un rincón de salón exterior con sofá en ‘L’ para relajarse y otro enfrentado, más al estilo de un chill out, junto a la alberca (ideal para refrescarse).
Para Sophia, éste es el lugar perfecto para crear, inspirarse y conectar con la naturaleza. Para lograr organizar la planta, “se derribaron todos los muros, a excepción de los estructurales, incluido el otro balcón, que dio lugar al comedor y que proporcionó ambientes polivalentes, relajados y despejados”, comentan Amanda y Giovana.
En la segunda planta las cosas fueron más fáciles, y hoy es el espacio destinado al descanso. Finalmente, Sophia ha conseguido el hogar soñado: actual, confortable y con una buena comunicación in & out, que lo convierte en un verdadero oasis.
Sobre Studio AG
Para las arquitectas responsables de este proyecto, Amanda Castro y Giovana Giosa, de Studio AG, “en la arquitectura contemporánea, la realidad es la protagonista: las personas deben poder traducir su identidad en la forma en la que viven y trabajan”. Algo que queda patente en esta casa que lleva la esencia de la propietaria y el sello del estudio.
Y es que ellas apuestan por proyectos que tengan sentido, que creen lugares más ligeros y felices, conectados con nuevos hábitos y tendencias, preparados para los nuevos tiempos. Y aseguran que “el uso y la experimentación de los espacios es lo que les da vida e identidad. Por eso es importantísimo el respeto por el estilo de vida de cada uno y la conciencia de cuánto influye un entorno en la forma de vivir y convivir de las personas que lo habitan”.