Esta vivienda, construida en los años 50 junto al parque del Retiro en Madrid, necesitaba una transformación para adecuarse a la vida de sus nuevos propietarios. El primer paso era cambiar por completo la distribución, y la arquitecta e interiorista Ángela Bermúdez se encargó de la reforma integral.
Desde el primer momento, el objetivo principal del proyecto, fue potenciar la luz natural, otorgada por su orientación sur y por sus 7 ventanales exteriores. Otro de los frentes principales fue idear una distribución actual ajustada a una familia, por lo que pasó de ser una casa muy compartimentada, a una casa de espacios abiertos.
Se planteó una distribución en la que se diferencian dos zonas: una familiar y otra más privada con los dormitorios. La cocina tenía que ser el corazón de la casa, ya que, además de estar conectada al salón sin ningún tipo de puerta o separación, es la conexión entre la zona pública y la zona privada, por lo que se convierte en el lugar de reunión de toda la familia.
Foto: Jaime Ferrer Estilismo:Cristina Rodríguez Goitia
Al tratarse de una casa de techos altos típicos del centro de Madrid, Ángela Bermúdez buscó un estilo clásico, pero con líneas depuradas, con carpinterías y molduras que realzaran estos techos. Toda la casa se soluciona en tonos neutros, buscando el predominio del blanco para aportar luminosidad y modernidad.
El parqué de roble natural en espiga predomina en toda la casa, excepto en zonas húmedas como baños y cocina, donde se emplea un pavimento geométrico combinando distintos tipos de mármol.