Los propietarios de esta vivienda de Barcelona contaban con una zona de día mal dimensionada que no les era cómoda ni funcional que constaba de cuatro espacios: un recibidor muy grande, el salón comedor pequeño, una sala de estar y la cocina. La reforma, llevada a cabo por la interiorista Pia Capdevila, se centró en la actualización de esa zona de día para convertirla en un piso abierto, funcional y fresco.
Solo ver la vivienda, la interiorista tuvo claro que esos cuatro espacios compartimentados jamás funcionarían si no se unían en una zona abierta, aunque para ello se necesitara refuerzo estructural. Y así se lo sugirieron a la propiedad. “Le propusimos unir el recibidor con el comedor, el salón, la sala y la cocina para crear un espacio abierto con varios ambientes bien definidos y con usos distintos”. El objetivo principal era que la luz natural llegara a toda la zona de día, especialmente a la cocina, que antes de la reforma era oscura y solo tenía una ventana interior.
Foto: Jordi Canosa Estilismo: Mar Gausachs
La reforma ha dividido, claramente, la vivienda en zona de día y noche desde la entrada. A la izquierda está la zona de día con despacho, salón, comedor y cocina. A la derecha se encuentra la zona de noche con un dormitorio en suite y dos dormitorios infantiles que comparten baño.
Claves deco: madera y tonos claros
En cuanto a materiales, se ha trabajado la madera de roble -tanto en el pavimento como en estructuras divisorias y muebles- con una base clara para potenciar la luz y maximizar los espacios.