Sus propietarios nos pidieron un proyecto de interiorismo para adaptar su vivienda de nueva construcción a sus gustos y necesidades. Querían que le imprimiéramos carácter propio a cada estancia, que todo transmitiera luminosidad, elegancia y frescor, con espacios integrados para compartir con la familia y los amigos”, cuenta Beatriz Silveira –interiorista artífice de este precioso proyecto residencial–, que partió, entre otros, del salón de techos altos a dos aguas, desde el que se organizan todos los espacios de la casa: el elemento que los integra es la escalera, que une, y a la vez separa, las estancias de forma sutil gracias a su transparencia y diseño ligero.
Ubicada en un entorno natural, con una luz maravillosa, ventanas amplias y el techo a dos aguas sobre la estancia principal, la vivienda pedía a gritos que se potenciaran esas cualidades embelleciendo cada rincón, esa era la premisa fundamental, y con ello Beatriz logró convertirla en la casa de los sueños de sus propietarios. Pero primero cambiaron el color en los techos, buscaron una iluminación más cálida y se decantaron por algunos revestimientos que se integraran con otros ya existentes, y luego dieron rienda suelta al proceso creativo de la interiorista, que asegura que “la decoración debía acompañar a la arquitectura de la vivienda, que, con ciertos elementos tradicionales, es fundamentalmente moderna y actual; debían estar presentes, por tanto, elementos de diseño, así como piezas de corte más tradicional que los propietarios me pidieron especialmente para su hogar”. Y añade: “Me gusta crear espacios atemporales que hagan sentir bien a quienes me confían su proyecto sabiendo que esa emoción se prolongará a lo largo de los años. En el caso de trabajos como este, me gusta, además, pensar que les he ayudado a ‘hacer familia’. Es una bonita sensación cuando les dejas en su casa ilusionados con los momentos que vivirán en ella”.
Luminosidad, estética y funcionalidad en este proyecto de Beatriz Silveira
Una decoración que acompaña la arquitectura de la casa, con elementos tradicionales y modernos. Piezas de diseño, arte y otras de corte más personal. Un trabajo de interiorismo sensible y elegante que firma Beatriz Silveira

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Texto:

Detalle de almacenamiento
Vitrinas de roble, del estudio de Beatriz Silveira. Alfombra de lana Nueva Zelanda. Cortinas de lino, de Gancedo. Cuadro de María Blanc.

Con vistas
Sofás de By Blasco. Butacas Utrech, de Cassina. Mesa de mármol negro. Cojines de Harlequin y Pepe Peñalver. Cortinas de lino de Gancedo.

Comedor
Alfombra de The Rug Company, en BSB. Sillas del estudio de Beatriz Silveira tapizadas en lino. De su estudio es también la lámpara. Banco retro, de Vilhelm Lauritzen. Jarrones y corales negros de Sandra Marcos.

Cocina
De Gunni & Trentino; un modelo lacado en color carbón con encimera de color arena. Lámparas y taburetes del estudio de Beatriz Silveira. Cuencos y ánforas negros de Sandra Marcos.

Baño
De look delicado y natural, se ha revestido con piezas de gran formato, y se ha decorado con un banco antiguo. Apliques de Aromas del Campo.

Dormitorio principal
Cabecero tapizado en tela de Romo. Cojines de By Blasco. Banco y escritorio del estudio de Beatriz Silveira, con tapicería de Gancedo. Plaid azul de Pepe Peñalver.

Dormitorio infantil
Ropa de cama de Zara Home. Papel pintado de Sandberg. Apliques de Aromas del Campo. Alfombra de Line Design.