¿Tú también te has enamorado de este piso con tan solo ver la foto de la portada? A nosotros nos ha pasado lo mismo. Sus colores vibrantes, sus piezas de diseño y los pocos metros tan bien aprovechados son una auténtica revelación para nuestros sentidos.
El objetivo era crear un hogar sofisticado a la vez que moderno y que, además, apostara por los espacios abiertos. Mikel Irastorza ha sido el encargado de hacer realidad el sueño de esta joven pareja de Pamplona, proponiendo un nuevo concepto de vivienda diáfana, donde los espacios comparten luz y coherencia estilística.
En la reforma unimos el salón con la cocina, obteniendo como resultado un espacio diáfano muy amplio con comedor - Mikel Irastorza
Pero, ¿qué es lo que hace única a esta vivienda? La sofisticación que los colores, los materiales y las piezas joya personifican. Parece ser que, tanto a Mikel Irastorza como a la joven pareja, les gusta la cifra 70, no solo por los metros del piso, sino también porque se han inspirado en esta década para añadir personalidad al espacio. Los papeles pintados son los encargados de teletransportarnos al pasado, donde los estampados geométricos inundaron paredes, textiles y vestidos.
La calidez está presente gracias a los suelos de roble encerado, que crean un contraste muy original con las paredes más coloridas y juguetonas. Irastorza se ha decantado por una paleta en tonos piedra para el salón y en colores atrevidos como el azul cielo de Elitis para el dormitorio. En decoración todo es cuestión de contrastes y equilibrios, y el interiorista donostiarra domina este vaivén a la perfección.