Hace unos años funcionaba como un concesionario – taller con entrada directa desde la calle, ahora, tras una reforma integral de arquitectura e interiorismo, realizada por el estudio madrileño Clap Design, se ha convertido en dos pequeños pisos destinados al turismo.
“Uno de los requerimientos principales del proyecto por parte de la propiedad – la promotora Re-aviva que se encarga de recuperar espacios residenciales en inmuebles en desuso en el centro de Madrid – fue dotarlo de mucho espacio de almacenamiento, todo un reto tratándose de un piso de menos de 40 metros cuadrados”, confiesan Raquel Jiménez y Pilar Morejón, arquitectas y fundadoras de Clap Design. Y siguen: “la solución ha sido diseñar gran parte del mobiliario a medida, aprovechando así cada centímetro”.
Hemos diseñado un mueble continuo que aloja la tanto la cocina como los muebles del salón
- Raquel Jiménez y Pilar Morejón, arquitectas y fundadoras de Clap Design
Foto: Cristina González y Jaime Erice
Los pisos pequeños, mejor abiertos
La distribución se ha planteado abierta, continua y flexible, lo que permite que cada piso pueda alojar entre 2 o 4 personas. La cocina está abierta al salón, que, a su vez, está semi-separado del dormitorio por una puerta corredera traslucida.
“Tener todas las estancias sin tabiques implica utilizar recursos para trabajar la intimidad” explica Pilar Morejón. Algo que se ha conseguido gracias a la doble altura del dormitorio y al vidrio estriado, que difumina la visión de la zona de noche, pero permite la entrada de luz natural.
En el baño se han creado dos zonas: una de uso privado y la otra de uso compartido (como el lavamanos abierto al dormitorio).
Foto: Cristina González y Jaime Erice
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Decoración en blanco, negro y madera
A nivel decorativo, se ha escogido una paleta cromática muy neutra, sabia decisión si tenemos en cuenta que se trata de un piso turístico que ha de resultar atractivo para todos los gustos. La madera y el blanco resaltan el lado más acogedor del apartamento, mientras que el negro añade elegancia y carácter. Por otro lado, se han añadido notas de color como el terracota.
Como si se tratase de un ‘Tetris’ las interioristas y arquitectas han conseguido encajar y diseñar dos pequeños pisos con todas las comodidades necesarias y con una estética cálida y acogedora. Perfectos para descubrir la ciudad.
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