La reforma integral de esta vivienda situada en la barcelonesa Rambla de Catalunya ha supuesto para la interiorista Pia Capdevila, la transformación de un espacio de estructura clásica, típico del Eixample de la capital catalana, en un hogar reorganizado, actualizado y contemporáneo, que no hace caso omiso a su pasado, respetándolo y recuperándolo en algunos detalles.
Los propietarios –un joven matrimonio y su primer bebé– querían actualizar y adaptar su antiguo piso a las necesidades que tenían ahora que habían creado una familia. Así que contactaron con Pia para darle un giro a su vivienda. “Su premisa era la de conseguir un cambio de look rehabilitando cornisas, puertas y algunas ventanas sin que la vivienda perdiera la esencia e imagen tan típica de esta zona barcelonesa”, asegura la interiorista.
La reforma integral ha resultado en un apartamento de planta alargada, muy característica del Eixample, que se han reorganizado los espacios separando claramente el área de día de la de noche, con el recibidor como pieza clave para dividir ambos ambientes.
Los propietarios deseaban una base clásica actualizada con color, elementos y materiales contemporáneos, además de mantener una serie de piezas de herencia familiar de estilo clásico y victoriano para lucirlas en un ambiente de estética un poco más rústica, y así conseguir reflejar el look decorativo que define más a la pareja.
Foto: Èric Pàmies
“Hemos conseguido un mix algo ecléctico con el combinado de piezas muy rústicas, un poco toscas y básicas, con elementos señoriales”, señala Pia Capdevila. El hecho de que la vivienda se ubique en un quinto piso la hace muy luminosa, lo que ha permitido usar colores estridentes y llamativos, especialmente en alguna de las paredes de la zona de día, la cocina y los baños. Los dormitorios, por el contrario, se han diseñado en una línea más tranquila y suave, para invitar y facilitar un descanso reparador.
Sin embargo, como los propietarios son grandes amantes de los caballos, Pia se tomó una colorista licencia: pintar parte de los muros del baño en un intenso verde botella, para darle un toque ecuestre, ¡y les encantó! El resultado final es un piso clásico, con cierto acento inglés en el corazón de Barcelona.