El propietario de esta vivienda se siente especialmente orgulloso de vivir en la que fue la casa de su abuelo y que él ahora ha adecuado a las necesidades de su joven familia, tanto a efectos funcionales como estéticos. Sin embargo, aunque la reforma fue considerable, reconoce que ha querido conservar muchos de los elementos y materiales de origen.
Construida en los años 90 en una zona residencial próxima a Barcelona, la casa presume de contar con unos 800 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, sobre una parcela ajardinada. Por sus dimensiones y algunos de los materiales utilizados, se desprende cierto aire palaciego claramente notorio en la espectacular escalera rematada por un gran tragaluz acristalado.
En el centro de la planta de la casa se ubica la majestuosa escalera iluminada por un tragaluz
De la distribución apenas se tocó nada porque se adecuaba muy bien, salvo el distribuidor que se redujo un poco para darle más superficie a la cocina, considerada la estancia de la casa donde hacen más vida. En general, la principal intervención que llevó a cabo Luzio Studio fue en la decoración, destacando ciertos toques negros que aportan un punto gráfico más moderno, junto a una selección de piezas de mobiliario icónicas y destacadas obras de arte.
La planta baja ocupa la zona más social de la casa, compuesta por el recibidor, cocina, comedor, salón, despacho, aseo de cortesía y lavadero, además de la terraza en el porche. La primera se ha reservado para las estancias más íntimas, como la suite, el dormitorio infantil y el de invitados, cada uno con su correspondiente baño y vestidor. En el sótano se encuentra, además del garaje, la bodega, una cocina y una sala polivalente.
El toque atrevido, alegre y actual de ciertos colores, combinados con algunos elementos originales generan un estilo clásico inglés, muy en línea con los gustos decorativos de los propietarios
- Luzio Studio