Se enamoraron del barrio (Sant Gervasi-Galvany, en Barcelona), la finca tan cuidada, la espectacular entrada al edificio, además era un piso completamente exterior y a tres vientos, lo que le proporcionaba mucha luz. Por si fuera poco, disponía de techos altos, vistas despejadas y carpintería y molduras antiguas.
La elección fue fácil. Sin embargo, no les gustó nada la distribución, pero los nuevos propietarios, que tienen experiencia en el mundo de la construcción, vieron en el piso muchísimo potencial. El resto fue obra del estudio de arquitectura e interiorismo Victoria Interiors.
Considero importante que el diseño interior en un inmueble tenga conexión con la arquitectura y la época del propio edificio
- Victoria Belousova (Victoria Interiors), interiorista
“El piso se encuentra en una finca clásica; por ello hicimos una propuesta de diseño clásico, con toques exóticos, art déco y mid-century. De ahí los aplacados de espejo, lámparas vintage de cristal, elementos en latón, terciopelo y mucho mármol”, asegura la propia Victoria, que se decantó por colores muy suaves en la zona de día y noche; aunque, para aportar energía y crear un aspecto de hotel de lujo -cabe comentar que ésta es una segunda residencia para una pareja extranjera–, llenó el pasillo con un color muy vivo (un vibrante azulón).
A la hora de distribuirlo, se ganaron dos grandes baños, uno en la suite y el otro en una de las habitaciones. Por otro lado, y uniéndolo con el comedor, se logró construir una gran cocina-comedor con isla: la primera se hizo a medida, con frontales enmarcados y lacados en un gris claro.
Además, “quisimos reunir tres habitaciones pequeñas para crear una gran suite de 40 metros, con su salón, terraza, vestidor y baño con ducha doble. Sin duda, no fue fácil convencer a los clientes de sacrificar tres habitaciones por una. Pero al final, quedaron muy contentos con el resultado y reconocieron que fue la mejor solución”, cuenta feliz Victoria.