Situado en primera línea de mar, este piso respira armonía y serenidad tras la intervención llevada a cabo por Ángela Ripoll Estudio.
La interiorista ha transformado la vivienda original en el hogar deseado de sus propietarios. Esta fue la principal premisa ya que, como destaca Ángela Ripoll: “querían sentirlo hogar, querían un espacio acogedor que transmita calma y que respire vida”.
Foto: David Genovés
Teniendo en cuenta el enclave de la vivienda, el proyecto puso el foco en las vistas al mar y se ha creado una atmósfera luminosa de calma y sosiego donde el Mediterráneo es el protagonista.
En primer lugar, se ha puesto en valor la terraza, un espacio privilegiado sobre todo teniendo en cuenta el buen tiempo que hace en Alicante todo el año. Los propietarios, sin embargo, la utilizaban poco ya que no la tenían acondicionada convenientemente.
Con el nuevo proyecto, se ha tratado la terraza como un espacio más de la casa y se ha decorado en consonancia con el resto de la vivienda; es como una extensión que la relaciona con su entorno.
Los propietarios querían un hogar acogedor que transmita calma y que respire vida
- Ángela Ripoll
El proyecto, así mismo, debía desarrollar una casa adaptada al día a día y, al mismo tiempo, flexible para poder disfrutar de ella con familiares y amigos. “Para facilitarles la vida cotidiana, tuve muy en cuenta cubrir sus necesidades de almacenamiento y orden. Para ello, he diseñado mobiliario a medida que he integrado en el espacio para aligerarlo y conseguir limpieza visual”, apunta la interiorista. Para las piezas de mobiliario seleccionadas, se ha priorizado materiales y acabados naturales.
Otro de los aspectos que Ángela Ripoll ha cuidado especialmente es la iluminación, que permite crear unos ambientes cálidos e incluso diferentes escenas en todas las estancias, desde el salón hasta los baños.