Esta vivienda es la segunda residencia de una familia que vive en Barcelona. Querían un refugio para desconectar de la vida en la ciudad y pasar el tiempo libre junto al mar. Idearon esta vivienda como una extensión de su hogar habitual que invitara al relax. Su ubicación es un valor añadido.
Los propietarios confiaron el proyecto de interiorismo a Sandon y apostaron por un estilo colonial contemporáneo. Partiendo de esta premisa, el equipo de la firma ha creado una vivienda relajada y cómoda. Para llevar a cabo este concepto, ha apostado por materiales y texturas naturales, así como tejidos livianos que crean una atmósfera muy agradable y transmiten la sensación de sentirse en un “oasis de paz”. Roble natural, linos, algodones y rafias aportan un toque natural y fresco.
La casa es sumamente luminosa gracias a los grandes ventanales (que permiten a su vez la relación con el entorno) y se ha potenciado con la elección de la cromática. Efectivamente, el color juega una importante baza. Sandon ha potenciado el contraste creando un escenario neutro (con el blanco como protagonista) en el que introduce una gama cromática mediterránea incorporando colores vibrantes singulares como el coral o el teal.
Foto: Sandon
Los espacios, que gozan de unas magníficas vistas, son de generosas dimensiones. El equipo de interioristas ha zonificado las estancias con una estudiada distribución del mobiliario, favoreciendo la integración de diferentes ambientes y la relación espacial. Con el fin de proporcionarle una identidad única a la vivienda, Sandon ha realizado los muebles a medida. Las piezas se han elaborado de forma artesanal en España.
El resultado es una casa amplia y luminosa para disfrutar en vacaciones con la familia y los amigos.