Y cuando menos te lo esperas, aparece la casa de tus sueños. Esto les sucedió a los propietarios de esta vivienda de un pueblo de Navarra -un matrimonio con dos hijos- que hasta entonces residían en un piso. Y aunque el cambio implicaba meterse en las obras de una reforma integral, no les importó, ya que por suerte, además, apenas duraron tres meses.
La casa tiene una superficie de casi 100 metros cuadrados y entre las principales peticiones que la familia le hizo a RQH Studio, autores del proyecto, destaca la de disponer del máximo espacio de almacenaje, “algo comprensible teniendo en cuenta que venían de un piso pequeño. Lo conseguimos aprovechando cada rincón con la mayoría de muebles a medida”, explica el interiorista y fundador del estudio, Rober Quiñones-Her.
Estoy tan a gusto, que cuando entro en casa siento que estoy en mi hogar - declara la propietaria.
Foto: Felipe Scheffel
Las claves de la reforma
Debido a la relación de amistad que une a los propietarios con el interiorista, éste pudo desplegar en toda su extensión el sello que identifica todos los trabajos del estudio, empezando por la elección de una paleta cromática de colores muy neutros, ocres y claros, combinados con la madera, destacando a modo de hilo conductor el uso de listones de madera de nogal.
Otros recursos que RQH Studio implementa mucho son las molduras, que aportan ese toque clásico y elegante, en este caso a los pasillos, así como el papel mural en todas las estancias.
Foto: Felipe Scheffel
La iluminación la trabajan mucho en el estudio. “Para mi es vital y me representa mucho”, explica el interiorista. Y uno de sus recursos habituales y que, a la vez, es la única licencia en color negro que se permite, son las calles que recorren los techos para los focos.
Y todavía hay otro recurso muy propio de Quiñones-Her como es la disposición en diagonal a 45º del suelo de madera, el mismo para toda la casa y sin juntas, porque “da más amplitud desde cualquier perspectiva”. Reconoce que le costó convencer a los propietarios de esta idea, pero luego quedaron encantados.