El punto de partida era un piso de 280 m² situado en la cuarta planta de un edificio residencial entre medianeras en el Ensanche de Barcelona. Estaba totalmente reformado y para entrar a vivir. ¿Cuál era, entonces, el reto?
Sus nuevos propietarios querían personalizar y “hacer suya” la vivienda ya que no habían intervenido en absoluto en las decisiones de la rehabilitación. Para ello, confiaron en la arquitecta Núria Selva, fundadora del estudio NSV Arquitectura & Experiencias - y que, por cierto, es protagonista de nuestro último TALENTO INTERIORES -. Era la persona ideal ya que se conocían perfectamente puesto que acababan de finalizar su segunda residencia en la Costa Brava.
Foto: Eugeni Pons Estilismo: Mar Gausachs
El proyecto se centró en la decoración integral del piso; no se ha intervenido en la distribución de los espacios ni se han modificado los acabados.
La vivienda presentaba la peculiaridad de conservar la esencia de los inmuebles del Ensanche como los techos altos, las molduras, los arcos … y una reforma que introducía un marcado estilo industrial con paredes de ladrillo visto, techos con bóveda catalana y la presencia del hierro. Se trataba, pues, de acertar con una decoración acorde con el espíritu de la vivienda y el estilo de la reforma, al mismo tiempo. “Nos decantamos por piezas de diseño, colocando un mobiliario moderno, colorido y de gran personalidad que, junto con las piezas de arte y la preexistencia arquitectónica, despierta sensaciones de estar en el centro de una ciudad”, explica Núria Selva.
La cromática también se ha estudiado en la selección de obras de arte, complementos y textiles para crear una vivienda urbana vibrante y personal en un elegante marco.