En Ibiza, una de las islas más polifacéticas del Mediterráneo, en la que podemos vivir las noches de mayor desenfreno pero también los días de mayor paz, nos encontramos con esta antigua casa de payés rehabilitada por MARIAodena Studio Las directrices eran claras: convertir la casa en un refugio blanco para la familia y amigos, que se mimetizara con el campo ibicenco y que respirara esa esencia que tanto caracteriza la isla.
La principal particularidad de la casa es que se compone de dos edificios. En la casa principal encontramos las zonas comunes y la habitación principal; y en la casita anexa dos dormitorios en suite con entrada independiente.
Foto: Mercè Gost
Los espacios comunes, que comprenden el salón, comedor y cocina, lucen una distribución abierta y mucha luz natural gracias a los grandes ventanales. Como buen ejemplo de casa de estilo mediterráneo, la mayoría de los muebles son de obra y diseñados a medida.
En la cocina todos los muebles son de roble natural y están dentro de una estructura blanca de obra, creando así un espacio limpio y minimalista con mucho encanto. En el salón, tanto el sofá en L, la estantería y el armario también son de obra combinados con madera de roble e iroko. En la habitación principal seguimos con este concepto, el cabezal y el armario están hechos a medida para aprovechar al máximo el espacio.
Foto: Mercè Gost
En las habitaciones de la casita anexa - pensada como un estudio de diseño para recibir visitas-, tanto armarios como cabezales son de obra, así como en los baños, donde los muebles de baño y duchas son de microcemento.
Colores y materiales naturales
La paleta de colores y los materiales se han escogido acordes con el paisaje y tradición de la isla. De esta forma, predomina el blanco en paredes y muros, y la piedra natural tallada en el exterior y la fachada. La madera natural se ha usado en armarios, cerramientos y decoración. A su vez, los textiles siguen esta tónica natural apostando por el ratán, el lino y el mimbre. Como pavimentos y revestimientos se ha optado por Mortex y microcemento, consiguiendo, junto al resto de materiales, una estética uniforme que se mimetiza con la isla.
Foto: Mercè Gost
Sin duda, una de las zonas más especiales de esta vivienda y de las que más se aprovecha, es el exterior. Para ello, el estudio de Maria Odena ha creado un porche enmarcado por cuatro arcos blancos y cubierto por unas vigas de madera y cañas de bambú que, te protegen de los rayos de sol, pero dejan pasar la luz de la forma más natural posible. El porche de la casita anexa sigue la misma estética.
Foto: Mercè Gost
Piscina estilo playa, pura tendencia
La piscina inspirada en una playa de aguas cristalinas, con formas curvas y sinuosas, añade ese extra de naturaleza al jardín. “Quisimos alejarnos de las simetrías y líneas rectas para aportar paz y personalidad”, confiesa la arquitecta e interiorista. Paralelamente, el mobiliario escogido para la zona de piscina combina a la perfección con la arquitectura y el interiorismo interior: tumbonas de madera, colores neutros y sombrillas de fibras naturales.
Foto: Mercè Gost
El encanto de un aljibe original
La guinda final del proyecto es un precioso y antiguo aljibe recubierto de la piedra típica de la isla. “Nos recuerda al estilo de vida de la isla, ya que, como explica Maria Odena, “de allí se sacaba el agua para la vivienda y el riego antiguamente”. Hoy en día está en desuso pero se ha convertido en un elemento de decoración que nos teletransporta a esa Ibiza de los años 60.