A pocos kilómetros de Barcelona y siendo una de las montañas con más afluencia de excursionistas de la zona, La Mola y el Parc Natural de Sant Llorenç de Munt i l’Obac, son un reclamo para quienes huyen de la ciudad y buscan un enclave tranquilo, bien comunicado y rodeado de naturaleza.
Los propietarios de esta vivienda de obra nueva, una pareja joven que siguió el éxodo hacia el campo propiciado por la pandemia, “nos dejaron total libertad, el único requerimiento era conseguir una casa luminosa”, explica Anna Alegre, arquitecta e interiorista a cargo de este proyecto.
Y sigue: “El solar era esquinero, y totalmente llano, así que empezamos estudiando la orientación, y decidimos proyectar la arquitectura en forma de L por los beneficios ofrece: mayor privacidad en los espacios exteriores y protegerlos del viento o el ruido proveniente de la calle. Además, la disposición era abierta al sud-oeste, para captar la totalidad del recorrido solar”. Este tipo de diseño arquitectónico se utiliza comúnmente en casas para aprovechar al máximo el terreno disponible, además de permitirnos crear espacios interiores amplios y luminosos al aprovechar la orientación y la luz natural de manera eficiente.
Foto:Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio
Toda la estructura está construida con paneles de madera maciza encolada y laminada en cruz - madera CLT (Cross Laminated Timber) -. Encima, se instaló un sistema de aislamiento SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior) para mejorar la eficiencia energética. Y, en el interior, se revistieron las paredes con tabiquería de pladur.
El edificio tiene una volumetría simple y funcional, que apuesta por las formas geométricas y rectas, evitando así los detalles excesivos en la fachada. Las ventanas, grandes y rectangulares, contribuyen a una casa minimalista y moderna, que permite la entrada de luz natural. En esta misma línea, se han escogido colores neutros y suaves tanto en interiores como exteriores.
Siguiendo las formas minimalistas de la arquitectura, hemos apostado por una decoración contemporánea, funcional y cómoda
- Anna Alegre, arquitecta e interiorista
En cuanto a la decoración, se ha apostado por el binomio blanco-madera, que, en palabras de Anna Alegre: “es la combinación perfecta entre elegancia, atemporalidad y calidez”. Además, es la base neutra perfecta para incorporar notas de color o decoración llamativa. Y, es que, en este caso, el acento decorativo lo ponen las fotografías en blanco y negro, “escogidas a conciencia para centrar la atención en las texturas, las formas y las emociones”, confiesa la interiorista y arquitecta.
El sofá curvo de terciopelo gris aporta una nota de sofisticación y tendencia ‘bold’, mientras que la mesa de mármol y las sillas de bambú – ambas de materiales naturales – realizan la calidez. Piezas que contrastan mucho pero que encajan perfectamente.
Ahora tan solo queda felicitar a la autora por crear desde cero un hogar luminoso, práctico y digno de revista. ¡Mención a parte la pequeña piscina frente al porche!