“Luminosa, práctica y acogedora”, así define la interiorista Ana Picó – fundadora del estudio y tienda Bell House – una de sus últimas reformas. Se trata de una casa familiar en Getxo, en concreto en Neguri, un barrio residencial construido en primera línea de mar.
Sin ánimo de entrar en una lección de semántica – aunque nunca está de más un poco de cultura general- es interesante desvelar el origen del nombre de este barrio, y es que Neguri proviene del euskera neguo hiri, que significa “ciudad de invierno”, un dato aparentemente irrelevante, pero que la interiorista ha tenido muy en cuenta a la hora de diseñar y decorar una casa acogedora, perfecta para refugiarse del frío.
Los propietarios se enamoraron del sueño de vivir en una casa grande, con techos altos, accesible, luminosa y, sobre todo, con espacio para toda la familia. Aunque supieron ver su potencial desde un primer momento, la vivienda necesitaba una reforma, y fue entonces cuando decidieron ponerse en manos de Bell House, un estudio/tienda de toda la vida con gran presencia a nivel local y con la interiorista Ana Picó debía al frente.
“Partimos de espacios pequeños y muy compartimentados”, explica la interiorista, y sigue “cambiamos por completo la distribución, tiramos paredes y, en tan solo tres meses, conseguimos terminar la reforma integral”.
Al tratarse de una casa de dos plantas, se ha dividido de tal forma que todos los espacios comunes – cocina, comedor, salón y baño de cortesía – y la suite principal, quedan en la primera planta; y los otros dos dormitorios, un baño y el gimnasio quedan en la planta menos uno.
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Enfatizando en la decoración, Ana Picó se ha decantado por tonos claros, neutros y atemporales, que transmiten paz y armonía. ¿Lo mejor? La paleta cromática a base de blancos y crudos potencia la luz que entra por los grandes ventanales que rodean toda la casa. En pequeñas notas, el color azul y el ocre se cuelan en textiles y cuadros.
En la misma línea, y buscando siempre muebles duraderos, se han escogido materiales naturales y resistentes como la madera de roble y cerezo. “La calidad y durabilidad es lo que buscamos para nuestros clientes”, apunta la interiorista.
El proyecto final desprende “CASA”, casa entendida como un refugio íntimo donde poder desconectar de las rutinas y disfrutar de la familia. El estilo decorativo de los ambientes baila entre un clásico romántico con toques modernos y naturales, con el objetivo de ajustarse a los gustos y preferencias de toda la familia.
Cocina abierta protagonista
Sin duda, la cocina se ha convertido – desde los últimos fatídicos años – en el centro neurálgico de nuestras casas. Lo que comenzó como un simple pasatiempos durante el confinamiento, se ha consolidado como una nueva rutina, y reunirnos alrededor de los fogones es algo muy habitual – y prueba de ello es la familia propietaria de la casa –.
El principal objetivo de Bell House es satisfacer las necesidades de cada cliente, y en este caso, “crear un ambiente participativo y de comunicación para toda la familia era prioritario”, asegura Ana Picó. Así mismo, se decidió crear una cocina amplia, con su isla central y abierta a un bonito y práctico comedor. Además, se han usado puertas de forja acristaladas para evitar el aislamiento y comunicar de forma elegante todas las zonas comunes.
Los espacios abiertos son nuestra mejor baza para crear espacios de comunicación para todos los miembros de la familia
- Ana Picó, interiorista y fundadora de Bell House