El principal handicap de este piso de Bilbao era que solo dos ventanales daban al exterior y, por tanto, la entrada de luz natural era más bien escasa; el resto, daban al interior. Por ello, Vanesa Vergara y Andrea Diego, del estudio in56 Interiorismo, tenían claro que debían buscar una idea resolutiva original e integral que aportara la tan deseosa luminosidad solicitada por los propietarios y que la vivienda necesitaba para ganar potencial.
El patio se sitúa en el corazón de la zona social del piso para bombear la luminosidad que necesitan los espacios
El equipo de in56 se puso manos a la obra con una reforma integral que se focalizó en la creación de un patio interior que simula luz natural para conseguir dicha amplitud y claridad. Y en el centro del patio se decide colocar un olivo como elemento inspiracional para el interiorismo de los espacios, con una paleta cromática basada en tonos verdes y amarillos, combinando maderas y fibras naturales.
Los tonos tierra hacen de hilo conductor en toda la vivienda, un guiño cómplice al olivo que protagoniza el proyecto
El resultado es una casa elegante y acogedora, de estilo contemporáneo que se refleja, desde la misma entrada, en la cuidada selección de mobiliario firmada por Momocca. La elección de los tonos naturales, el cuidado de los detalles decorativos, así como la incursión del diseño curvo en algunas piezas marcan un equilibrio sensorial que recorre toda la vivienda.