El anhelo de luz natural suele ser uno de los principales motivos por la que un propietario de una casa llama a un estudio de interiorismo. Este proyecto no difiere mucho de este sueño de ganar espacios claros, al que se le suma una nueva distribución y una decoración con mucho color.
El estudio de Barbara Aurell, Espacio en Blanco, dio la vuelta a la casa, abrieron los espacios al máximo, cambiaron radicalmente la distribución del salón que, ahora, gracias a unas enormes correderas, queda unido a la terraza que rodea la casa. Y eliminaron casi al completo los pasillos, haciendo que las habitaciones partan de una zona de estar común (ideal para futuros niños).
El color y la ilusión de empezar a crear una colección de arte propia era otro de los requisitos de la pareja propietaria. Aurell decidió incorporar una paleta atrevida en algunos elementos destacados e incorporó curvas -típicas de la tendencia “bold” que arrasa en interiorismo- con la intención de hacer que fueran espacios más armónicos.
Fotografías: Doblecoco Studio