Cuando la compraron era una casa en ruinas en una buena parcela, pero les gustó la idea de poder edificarla de nuevo y hacerla a su medida.
Realmente era una casa preciosa, pero le faltaba un hall de entrada (que se solucionó trabajando las paredes y dándoles un tratamiento diferente al resto de la casa, para que fuera un espacio más acogedor); tampoco tenía una distribución eficiente.
Lo cual llevó a sus nuevos propietarios a realizar una reforma completa, que duró unos 18 meses, y que fue todo un éxito, ya que se consiguió desarrollar toda una casa de tres plantas alrededor de un patio.
Este último fue el punto clave para dar luz desde el interior a todos los rincones de la casa. A la hora de decorarla se pusieron en manos del Estudio Rebuelta Domecq, con Almudena y Cristina a la cabeza del equipo. La decoración fue un contrapunto a la envolvente.
Nos encanta mezclar, aprovechar y dar una segunda vida a elementos, y combinarlos con otros más modernos. Nos gusta que los espacios reflejen la personalidad de cada propietario e intentamos que sea un proceso muy personal y fluido
- Almudena y Cristina de Estudio Rebuelta Domecq
“Queríamos contrastar la modernidad y las líneas tan depuradas con elementos que te trasladaran a un hogar. Cada pieza cuenta una historia, algunas son personales (de los propietarios), otras buscadas con mimo hasta llegar a algo que les representara”, asegura la interiorista Almudena Rebuelta Domecq.
Y es que el argumento del proyecto fue en todo momento contrastar un continente de líneas minimalistas, modernas, con muchos ventanales, con elementos decorativos que dieran calidez. “Jugamos con textiles, sobre todo, las disparidades también de colores, y quisimos sacar partido a uno de los puntos fuertes de esta casa que es la luz que tiene”, comenta Cristina Rebuelta Domecq.
A lo que su hermana, Almudena, añade otro de los detalles vitales de la vivienda, que es la importancia de un buen diálogo interior-exterior: “Se quiso potenciar la integración de todas las terrazas, el patio y el porche con el interior de la casa. Y a su vez enfatizamos mucho en que el exterior, la vegetación, la luz, formaran parte del interior. Siendo una finca urbana tiene mucho s rasgos parecidos a u n a vivienda en medio de la naturaleza”, concluye.
A l final han logrado una casa de líneas muy modernas, todo en blanco y negro, y con una calidez lograda a partir de una elección muy cuidada de cada uno de los elementos que forman parte del conjunto. Se trata de un trabajo minucioso y preciso que ha transformado un edificio en ruinas en un hogar donde disfrutar de la familia y los amigos.