Una manecilla del reloj se detiene al cruzar el espacio en el que se ha instalado 'Casa en la garriga'. La otra, vuelve a vibrar con los toques contemporáneos que aporta está casa situada entre dos mundos: la arquitectura tradicional mallorquina y la actualidad. Dos corrientes y dos historias perfectamente entrelazadas en el diseño y la construcción de esta residencia a manos de Fidalgo Magro, de Isla architects.
Y es que, con tan solo acercaros a su exterior, ya vemos en la fachada esa evocación al tiempo pasado. Sin embargo, el cliente quería destacar algo más allá de la nostalgia evidente. Por eso decidió cambiar de arquitecto con el único objetivo dotar a la vivienda de un carácter más contemporáneo y vívido. Fue entonces cuando la intervención de Isla architects cobró sentido, teniendo en cuenta algunas claves que cambiarían totalmente el boceto inicial.
Por ejemplo, el proyecto debía trabajar con una huella preimpuesta de cuatro volúmenes interconectados y recrearía de manera evidente una casa vernacular mallorquina, mientras que los volúmenes adyacentes serían más abstractos.
"La idea consistía en abrazar e incluir el paisaje mediterráneo del solar, en particular la tranquila garriga local, y enfatizar el fondo que ofrecía la Sierra de Tramuntana, definiendo un skyline como un escenario sobre el que desarrollar la casa", explican desde el estudio de arquitectura y diseño.
Naturalidad atemporal
Pero, ¿qué es lo que nos hace conectar con el sosiego y la naturalidad de este proyecto? Sin duda, la respuesta esta en el tipo de materiales utilizados y su composición dentro del conjunto de la vivienda. Las rocas y piedras de la excavación se han recuperado y recompuesto para dar forma a la casa principal. De hecho, no solo se han utilizado las piedras, si no también la propia tierra para integrar y fundir el volumen con el terreno.
El tono tierra también juega un papel relevante en la decoración de esta vivienda que, gracias a su carácter monocromático y natural, se adapta muy bien al paisaje terrestre. Esta tonalidad también daría el color a los elementos de hormigón prefabricados localmente; como los recercos de las ventanas, las cornisas, y los suelos y plataformas exteriores, así como al mortero natural de los volúmenes auxiliares.
En definitiva, nos encontramos ante un proyecto en el que todo pasa por esa combinación exacta y equilibrada entre los detalles contemporáneos y la inspiración en la arquitectura tradicional mallorquina. Un aspecto que podemos observar desde los artesonados de madera del salón-comedor principal, hasta el suelo de terrazo que emula y actualiza el tradicional trispol, los abocinados de las ventanas, a los que se les ha suavizado para tamizar la entrada de luz, o las soluciones de ventanas y recercos.