¿Quién no se ha imaginado alguna vez pasando las Navidades alrededor de una chimenea mientras ve como nieva fuera? Es lo que promete esta casa situada en la Cerdaña, perfecta para pasar las fiestas en familia. Además, esta preciosa casa de montaña, es la prueba de que una vivienda puede ser rústica y chic al mismo tiempo, algo que invita a querer pasar tiempo en casa. Con una propuesta de reforma e interiorismo poco intervencionista, Molins Design ha logrado sacarle todo el partido al proyecto original, conviertiendo Casa Guils en una segunda residencia de ensueño donde celebrar las fechas señaladas de diciembre.
La propuesta de estilo del estudio a nivel de conjunto se sitúa en las licencias estéticas que permite una segunda residencia. Así, ha consiguiendo un ambiente elegante y confortable a la vez. Además, ha tenido en cuenta el entorno natural privilegiado en el que se encuentra la casa, que juega en beneficio del interiorismo, y ha sabido darle el toque navideño que requiere una casa así en unas fechas como estas.