Poder ver la naturaleza sin salir de casa es la gran ventaja de las casas con vistas a la montaña, y eso es lo que se ha querido potenciar en esta vivienda. Se trata de una segunda residencia de concepto abierto rodeada de encinas y desde donde se ve la Sierra de Madrid, por lo que su diseño gira entorno a amplios ventanales de suelo a techo que posibilitan la convivencia entre el interior y el exterior.
La vivienda, ubicada en la urbanización Cotos de Monterrey, ha ido a cargo del estudio de interiores Ana Negrete, que también le ha dado mucha importancia a la diferencia de alturas en falsos techos para hacer un juego de luces y volúmenes. La misma táctica se ha empleado en el suelo, dividiendo la cocina y el comedor del salón.