En el interior de São Paulo, Brasil, ubicada en una urbanización cerrada que goza de cierto aislamiento rodeada de naturaleza, una casa de campo tradicional brasileña, que nos puede recordar perfectamente a una granja, luce en su interior espacios diáfanos con una inmensa luz natural y un estilo que se mueve entre el industrial clásico y el rústico con un exterior de lo más lujoso.
Esta casa de campo fue diseñada para una familia con dos hijos y pensada para compartir tanto momento familiares como sociales. La arquitectura se organiza en tres bloques principales: el central, con su zona de estar, y los dos bloques de dormitorios que flanquean el salón en direcciones opuestas, bordeando la parcela.
Tiene seis dormitorios que están organizados en dos bloques independientes, todos ellos de generosas dimensiones. El corazón de la casa es un amplio salón que es, al mismo tiempo, un espacio para relajarse, para comer y jugar. Un lugar para diferentes formas de compartir.
El bloque más alto, la zona del salón, está construido con muros dobles de ladrillos macizos de derribo, y los bloques inferiores, los dormitorios, tienen revestimientos de piedra. Las zonas de servicio -la casa del ama de llaves, el garaje y el lavadero- están cubiertas por un tejado plano de hormigón.
La distinción en los materiales señala las referencias al campo, que se complementa con el uso de la madera en los suelos interiores y en las ventanas, así como con los tonos verdes aplicados a los componentes metálicos, como los bordes del tejado, la viga de refuerzo en las paredes de ladrillo y los marcos de las ventanas y puertas, de hierro. Estas elecciones ayudan a enfatizar el concepto arquitectónico de unir bloques diferentes, dando lugar a los bloques de dormitorios donde resaltan las texturas y tonalidades de las piedras y los ladrillos.
Pero más allá de su exterior - de aquellos que dejan sin aliento - su interior se ha cuidado de forma espacial, añadiendo detalles arquitectónicos y estilísticos que despuntan elegancia por todos sus rincones. Veamos algunas de las estancias más características.