Tras la reforma integral llevada a cabo, esta vivienda comienza una nueva etapa para una nueva vida. Sus actuales propietarios (una joven pareja) heredaron este piso, de 100 metros cuadrados, situado en el centro de Murcia. Se debatían entre el deseo íntimo de conservarlo fiel a su origen para preservar sus gratos recuerdos y la necesidad de crear un habitat renovado para la forma de vida de nuestro tiempo. Contactaron con el estudio Laura Ortín Arquitectura y, conjuntamente, han creado un flamante espacio: su propio hogar.
Recordando a Gaston Bachelard que afirmaba que “la casa, más que un cuerpo de vivienda, es un cuerpo de sueño”, Laura Ortín apunta que “es por ello que no somos cien por cien libres a la hora de tomar decisiones de cambio; siempre quedan en nuestra memoria emociones que marcan esas decisiones”.
En este caso, con el proyecto realizado, la vivienda actual consigue conciliar pasado y presente. (Re)creando el pasado para hacer más auténtico el presente e incorporando el paisaje en el espacio privado.
Así nace Casa Pa(i)saje, como respuesta a la pregunta que se plantea Laura Ortín: “¿Puede un espacio doméstico ser paisaje? Pa(i)saje es la suma de Paisaje y Pasaje.
Para llevarla a cabo, ha contado con la colaboración de las arquitectas María Escribano y Tatiana Poggi.
“En este proyecto, nuestra intención es deconstruir el paisaje para introducirlo en un espacio doméstico. Utilizando este macro-concepto vamos realizando una serie de acciones que finalmente nos llevan a una domesticidad cómoda, funcional, equipada y caracterizada. Nuestras referencias van desde los trabajos de paisajes descontextualizados de Olafur Eliasson hasta las casas tradicionales mediterráneas con sus pórticos”, explican las arquitectas.
Foto: David Frutos
Han creado una casa mediterránea de concepto contemporáneo en el centro de la ciudad que resulta muy refrescante. La idea, al mismo tiempo, ha sido plasmar una naturaleza sin artificios por lo que todos los materiales elegidos para la reforma son naturales. La madera utilizada para la carpintería y el pavimento en la zona privada es pino natural, que aporta calidez. En la zona de día, se ha colocado un terrazo continuo de mármoles reciclados y pulidos que resulta muy decorativo y hace que el suelo tenga una pisada fresca y agradable.
Han definido una nueva distribución en toda la vivienda. Han desarrollado un área social amplia y diáfana descompartimentando el espacio original de la zona delantera del piso e incorporando la cocina totalmente abierta. Como elemento singular, las arquitectas han creado una galería que genera un balcón (que no existía previamente) donde han situado dos estudios.
Por el contrario, han compartimentado la zona de noche para conseguir privacidad. Para relacionar ambas áreas, han definido una doble circulación en el piso que permite recorrerlo sin atravesar largos pasillos.