Solo cruzar la puerta de este dúplex situado en Berango (Vizcaya), destacan ciertas claves relacionadas con su interiorismo y con los gustos de los dueños. La primera es el toque clásico que le aportan varias de las piezas heredadas que los propietarios han querido mantener y que logran transmitir historias familiares; la segunda, el gusto por el color -especialmente el azul y el mostaza-; y la tercera, la particular combinación de elementos de diferentes épocas y estilos.
Cuando los propietarios decidieron convertir esta reliquia familiar de estructura original clásica en su hogar, quisieron mantener parte de su historia a través de algunos acabados y varias piezas de herencia que les mantienen conectados con su pasado. El reto del Estudio de Interiorismo Raquel González ha sido actualizar esas piezas y combinarlas con un nuevo interiorismo modernizado, pero manteniendo la esencia de la familia.
El proyecto de interiorismo llevado a cabo por Raquel González ha consistido en el amueblamiento, la decoración de toda la vivienda, y la reforma estructural en la zona de noche de la primera planta. La mayoría de las piezas heredadas de la familia se han aprovechado al máximo actualizándolas a través de nuevos tapizados, cambios de color o sustituyendo pequeños detalles como pomos, molduras o tiradores. Para aportar un toque moderno se han introducido nuevos elementos de líneas contemporáneas, textiles actuales y colores claros, y también se ha trabajado en un proyecto de iluminación actual. “Nos encontramos con una casa muy oscura debido a los colores y las texturas de los textiles empleados en la antigua decoración, por lo que uno de los objetivos era conseguir darle luz para ganar sensación de amplitud”, explica González. Te contamos cómo la interiorista ha logrado este y otros propósitos estancia por estancia.