De casa de huéspedes a casa de veraneo con vistas a uno de los pueblos más bonitos de España

Conservar la estructura y la esencia original de esta casa de huéspedes fue el objetivo principal del proyecto, con el color blanco como protagonista.

La reforma, dirigida por Ana Tello Interiorismo, tiró abajo tabiques para hacer espacios más amplios y apostó por una decoración muy personal de antigüedades y piezas de diseño.

De casa de huéspedes a casa familiar de verano con vistas a uno de los pueblos blancos más bonitos de España
De casa de huéspedes a casa familiar de verano con vistas a uno de los pueblos blancos más bonitos de España
Foto: Alessandra Favetto

Véjer de la Frontera, en Cádiz, necesita pocas presentaciones, ya que es conocido como uno de los destinos más bonitos de Andalucía, por su estética de casas encaladas en un blanco inmaculado. Y hasta allí se fue la interiorista y arquitecta técnica, Ana Tello, desde su estudio de Granada, para desarrollar este proyecto tan especial.

En el pueblo gaditano se encontró con una antigua casa de huéspedes, cuyo edificio data del siglo XX, que debía reformar para convertirla en la segunda residencia de una familia franco-española. El objetivo era conservar la estructura y esencia de la casa original y adecuarla a las necesidades funcionales y actuales para que los propietarios la disfruten en verano.

 

Espejo, reliquia familiar del siglo XIX. Fotografía, de Shaima Al Tamimi. Baúl antiguo utilizado como mueble para el televisor
Espejo, reliquia familiar del siglo XIX. Fotografía, de Shaima Al Tamimi. Baúl antiguo utilizado como mueble para el televisor. Foto: Alessandra Favetto

 

El primer paso fue eliminar los falsos techos para dejar a la vista la estructura de madera original de la casa que, como era de esperar, debía pintarse de blanco. Y a continuación Ana Tello replanteó la distribución de las dos plantas. En la planta baja se mantuvieron los suelos hidráulicos originales, reponiendo con piezas de derribo aquellas zonas que estaban más deterioradas. Y en la primera planta se optó por el microcemento para protagonizar el pavimento.

Debido a su origen como casa de huéspedes, habían muchas habitaciones, todas estrechas y se derribaron paredes para hacer espacios más amplios y funcionales. En muchas de ellas se aprovecharon los muros de carga para crear hornacinas. Y en general, la luminosidad, además de potenciarse con el color blanco, se consigue gracias también a la apertura de nuevas ventanas y tragaluces.

Cabecero de obra a medida. Fotografía, de Shaima Al Tamimi
Cabecero de obra a medida. Fotografía, de Shaima Al Tamimi. Foto: Alessandra Favetto

 

Para la decoración, Ana Tello tuvo en cuenta muchas antigüedades que aportaban los propietarios, pertenecientes a la familia y también varias obras de arte seleccionadas por la dueña, que es comisaria y gestora cultural. En la casa pueden encontrarse muebles antiguos y piezas de estilo años 60-70.

 

Sobre el autor

Raquel Redondo

Periodista redactora especializada en interiorismo residencial y contract. 

 

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