Cuando el equipo de RQH Studio llegó a la tranquila urbanización de Arroyomolinos (Madrid), se encontró una vivienda de dos plantas moderna, de líneas rectas y tejados planos a un agua, en la que implementaron un estilo decorativo actual sobra una construcción ya terminada de casi 400 metros cuadrados.
La intervención centrada en el interiorismo, decoración y estilismo se concreta en una envolvente común para todas las estancias, en base a una paleta cromática neutra, mucho blanco y tonos topo que combina perfectamente con la selección de materiales naturales muy sencillos y con las paredes y vigas de hormigón visto y el suelo de microcemento.
La escalera de madera diseñada por RQH Studio no lleva barandilla, a petición de los propietarios
Desde el mismo recibidor de la casa, salta a la vista la amplitud de los espacios abiertos que la componen, sobre todo en la zona de día, y la conexión permanente con el jardín. Enormes cristaleras de suelo a techo y algunas a doble altura facilitan una gran luminosidad, sobre todo si tenemos en cuenta que ninguna está vestida, a petición expresa de los propietarios.
“No querían cortinas, ya que deseaban todos los espacios abiertos al exterior”, explica el interiorista Rober Quiñones- Her, fundador del estudio. La única excepción son unos elementos verticales de hormigón instalados en la zona de la cocina y el comedor, así como en el dormitorio, con dos intenciones: ofrecer cierta intimidad y crear un efecto de luces y sombras en estos espacios.
La suite cuenta con un baño separado del dormitorio por un cristal de suelo a techo, de forma que está aislado, pero a la vez, unido visualmente
La casa se distribuye en dos plantas. La baja cuenta con salón, comedor y cocina en un ambiente diáfano con salida a una terraza y al jardín, además de un baño, un cuarto dedicado a despensa/trastero y un dormitorio con baño propio. Y en la planta superior se ubican dos dormitorios más y otro baño, aunque no hubo intervención en ella por parte del estudio.
Los propietarios querían una casa sin demasiados muebles, fácil de llevar en el día a día
- Rober Quiñones-Her