El color naranja y la luz natural devuelven la vida a esta finca que llevaba 40 años intacta

Marta y Beatriz Echevarrieta, de Borgia Conti, reformaron esta preciosa finca madrileña dónde los colores oscuros no dejaban ver su potencial

¿El resultado? Un hogar de magníficas vistas, amplios ventanales e inmejorable recorrido lumínico. Un traje a medida

El color naranja y la luz natural devuelven la vida a esta finca que llevaba 40 años intacta
El color naranja y la luz natural devuelven la vida a esta finca que llevaba 40 años intacta

Fuimos a visitar la vivienda con mi socia, Marta Echevarrieta, y su marido. Ella y yo vimos al instante las infinitas posibilidades que la casa ofrecía, a pesar de saber que llevaba más de 40 años sin disfrutar de la más mínima actualización”, asegura Beatriz Echevarrieta (ambas socias del estudio de interiorismo Borgia Conti).

“La dificultad fue hacérselo ver a mi marido y convencerle para que la adquiriésemos y se ilusionara con el proyecto”, comenta la propia Marta. Sin embargo, la luz y la conexión con el exterior, esos grandes ventanales con ambas orientaciones... decantaron la balanza (hoy, esas ventanas permiten disfrutar desde el salón del lujo del amanecer y el atardecer inundando el espacio de luz natural).

Para ello, lo sometieron todo a una exhaustiva reforma: era una finca con demasiada compartimentación, todo estaba viejo, los colores eran oscuros... y hubo que cambiar las instalaciones y dar forma a toda la vivienda para resolver las necesidades de espacio y orden de los miembros de la familia.

El estudio Borgia Conti da mucha importancia a potenciar la luz natural, así como a la luz artificial, y eso es lo que buscaron en la decoración de interiores de esta casa: integrar los espacios como querían según las aberturas del edificio y realizar un proyecto paralelo de iluminación artificial que potenciara la estética del mismo.. El proceso de diseño se centró en hacer una distribución más diáfana, marcando el salón como eje central de la vivienda e integrando los dos ventanales en esta estancia.

Se optimizó la luz natural y se potenciaron las maravillosas vistas que tiene el salón, dándole mucha importancia a la iluminación artificial, con un diseño lumínico que realzara la estética de la casa y la dotara de confort visual. A la hora de decorarlo apostaron por un diseño cálido y envolvente, limpio y sosegado, en el que las texturas y equilibrados contrastes se convierten en protagonistas, casi tanto como el arte, los materiales nobles y las piezas de diferente factura, los papeles pintados o los entelados. Un verdadero lujo.

 

Tenemos un estilo ecléctico, nos parece interesante mezclar conceptos y alejarnos de las tendencias del momento. Ahí es donde más encontramos esa belleza que buscamos siempre

- Marta Echevarrieta y Beatriz Echevarrieta, del estudio de Borgia Conti

 

Ambas interioristas, estan influenciadas por la naturaleza. Maderas, piedras, metales, elementos vegetales, colores, luces, sombras… Es la guía que siguen a la hora de afrontar un nuevo proyecto. Otro elemento de estudio imprescindible –que trabajan como pocos en cualquier proyecto– es la luz. En esta vivienda, Beatriz diseñó una iluminación específica, que la dota de noche de un gran confort visual y armonía.

 

Sobre el autor

Periodista especializada en interiorismo y arquitectura

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