Cuando la compraron, lo hicieron encandilados por su capacidad espacial, la posibilidad de luz y la zona en la que está ubicada la vivienda (cerca de El Retiro madrileño); ni tan siquiera les preocupó que fuera un ambiente clásico y un tanto oscuro: era un edificio de los años cincuenta, que ya había vivido alguna reforma, pero que seguía siendo muy compartimentada, con instalaciones desactualizadas y materiales pasados de moda.
Lejos de echarse atrás, les motivó la idea de remodelarlo por completo y ajustarlo a sus requisitos personales. En tan sólo seis meses, y de la mano del arquitecto de interiores Raúl Martins, lograron su propósito.
“Los propietarios tenían claro sus gustos y su forma de vivir. Había que entender eso y poder atender todas las necesidades. También estaban muy seguros de que no querían una casa llena de excesos, debía ser una atmósfera tranquila, con algunos toques, por ejemplo, piezas de arte, que se irían incorporando”, comenta Raúl. Y continúa: “Además, deseaban estancias para todos: los dos tienen trabajos que a veces se alargan, y era importante que pudieran desarrollarlos desde casa; también que su hija tuviera su propio espacio”.
Tal vez por ello, lo más motivador fuera la posibilidad de crear grandes ambientes y poder disfrutar del importante caudal de luz natural de la casa. No sin dificultades, que “se solventaron sin problema”, apunta Raúl.
Me adapto y evoluciono. Hay un punto de sobriedad y elegancia que siempre busco, pero cada proyecto es un mundo y es importante ser empático y flexible
- Raúl Martins, arquitecto de interiores
El resultado final redunda en una casa vivida, donde todo lo que hacen los miembros de la familia a diario tiene su cabida: poder trabajar desde casa, estudiar, tener un espacio familiar en la cocina, sitios de lectura con buena luz o baños y vestidores amplios...
“Es una casa muy contemporánea, limpia de ornamento y muy amplia. Es lo que pedían sus propietarios y pudimos conseguirlo. Con unos usos muy concretos, que han quedado totalmente satisfechos. Poder hacer algo tan a la medida, y ver que son felices en su casa, siempre es una alegría”, concluye el arquitecto de interiores.
Y nosotros hemos querido sumarnos a esa felicidad vistiendo la casa de Navidad, para celebrarla con ellos.
Jugar a la bicromía siempre es un acierto. En este caso, en azul y blanco, se logra una nota elegante muy especial. Lámpara, mesa y alfombra de Raúl Martins Estudio. Puf de Judith San Quintín. Bolas blancas de Los Peñotes
Foto: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes
Decantarse por tonos claramente potenciadores de la luz natural. Buscar la serenidad y el equilibro en cada estancia y conseguir que todas dialoguen entre sí en armonía. Así es el trabajo del arquitecto de interiores Raúl Martins, que ha actualizado su esencia en busca de la ligereza, los tonos puros y el diseño envolvente, siempre conjugando la calidad, los materiales nobles y la belleza de las formas.
En esta vivienda, además, disfrutamos de un combinado de éxito, como es la apuesta bicolor (en esta ocasión en azul y blanco) que aportan luz y sofisticación a un espacio de grandes proporciones. Un acierto total.