Un ático con historia, paredes clásicas y decoración contemporánea

Un magnífico “pied-à-pette” para una familia amante de la capital madrileña y deseosa de pasar en ella algunas temporadas. Firma el proyecto el interiorista Raúl Martins

Ésta es una finca rehabilitada con mimo y con una decoración que potencia la belleza de los elementos arquitectónicos clásicos

Un ático con historia, paredes clásicas y decoración contemporánea
Un ático con historia, paredes clásicas y decoración contemporánea

Un ático de bellas vistas en el Madrid histórico era cuanto deseaban los propietarios de esta espectacular vivienda: una pareja que buscaba un pied-à-terre en la capital para disfrutar de una ciudad a la que adoran.

“Viven en Miami, pero son unos enamorados de Madrid. Su idea era disponer de una segunda residencia aquí y confiaron su búsqueda al consultor inmobiliario KnightFrank”, asegura el arquitecto de interiores Raúl Martins, autor del proyecto de reforma e interiorismo del proyecto.

La casa les flechó tal cual estaba, encajaba con sus expectativas, la localización (en plena Gran Vía) en un edificio con solera, con buenas vistas (una gran perspectiva sobre la ciudad, con la sierra al fondo) y su abundante luz natural fueron clave. Era justo lo que soñaban, además, estaba cerca de edificios emblemáticos de principios de siglo, algo que les encantaba. No podían pedir más.

 

Me gusta crear espacios elegantes, especiales, que reflejen el carácter del usuario. En esta casa hay muchas cosas a favor: la ubicación única, la altura de techos, los elementos restaurados, las terrazas, la luz... Es un proyecto realmente agradecido

- Raúl Martins, arquitecto de interiores

 

Como la finca ya disfrutaba de una arquitectura clásica de espacios abiertos y fluidos –rehabilitada y con un acertado criterio–, se ha respetado este trabajo en la reforma, restaurando molduras, herrajes, balaustradas y puertas.

“Hay molduras en el salón y en las habitaciones, son realmente bonitas y singulares; de ahí que me decantara por una decoración que no compitiera, que fuera armónica y destacara estos elementos únicos”, asegura Raúl Martins. Y apostó por un interiorismo contemporáneo, en tonos claros que potenciaran la luminosidad y el espacio, dejando el color para los exteriores y algunas notas de delicado contraste en los interiores (especialmente el dormitorio).

Raúl ha diseñado, incluso, muchos de los muebles para que se ajustaran al milímetro a las necesidades estéticas y funcionales de los nuevos propietarios. Y se ha decantado por materiales nobles, maderas naturales y textiles que aportan calor.

Un trabajo que parte de poner atención en el espacio, la ubicación, la historia del edificio y la ciudad. Algo que Raúl sabe hacer como pocos, extrayendo de ello una línea decorativa capaz de diseñar atmósferas personales de gran belleza. Algo que redunda en un interiorismo convertido una ‘pieza’ más de la arquitectura de la vivienda, diluyendo fronteras entre contenido y continente.

 

 

 

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