Las piezas artísticas son las grandes protagonistas de este fantástico piso barcelonés de 280 metros cuadrados que ha decorado el estudio Alfons & Damián. El apartamento es para una familia de cuatro miembros y se sitúa en la zona alta de la ciudad. Se trata de una vivienda totalmente exterior, con mucha luz natural, que antes de su reforma contaba con una distribución estándar y muy compartimentada.
El estudio se focalizó en transformar la vivienda a partir de espacios más abiertos, creando recorridos más directos en las zonas comunes y adaptándola a las conductas de sus convivientes. Se apostó por el uso de materiales nobles pero a la vez con mucha personalidad, tales como la madera de roble y el mármol. En cuanto a los colores, se optó por una gama cromática neutra a partir de grises cálidos, lo que le da al resultado final un aire muy tranquilo y contemporáneo.