Un antiguo almacén se convierte en un espectacular piso lleno de luz, color y formas curvas

El interiorista Miguel Muñoz firma un proyecto donde destaca el patio arabesco, los techos con relieves artesanales y el uso de las formas curvas

Antes era un antiguo almacén de un taller de motos, en un bajo a pie de calle, ahora es un piso de aires palaciegos donde la luz fluye y los colores vibran

Un antiguo almacén se convierte en un espectacular piso lleno de luz, color y formas curvas
Un antiguo almacén se convierte en un espectacular piso lleno de luz, color y formas curvas
Foto: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes

El patio, a pesar de su deterioro en un estado inicial, fue uno de los elementos clave para decantar la balanza de la compra de esta vivienda. Tal vez porque éste era un lugar que el propietario pensaba que le podía dar muchísimo juego, era como tener la sensación de disponer de su propio chalet en el centro de Madrid. Esto y que, además, tiene una entrada independiente a la vivienda, así como una galería de más de 100 años de antigüedad, que le proporcionaba una belleza singular, también por los techos altos, que fueron un atractivo a la hora de comprar.

“Antes era un almacén de un taller de motos con dos naves simétricas: una que daba a la fachada y la otra al patio de la propia casa. La intervención fue completa. Siempre apoyados por Maau –la constructora con la que trabajamos–, conseguimos una distribución de la vivienda cumpliendo las necesidades del propietario, quien aportó bastantes soluciones a un proyecto que de primeras no fue nada fácil”, comenta Miguel Muñoz, autor de este proyecto.

De todo el trabajo, cabe destacar la labor artesanal en paredes y techos, “quisimos darle mucha importancia, creando un factor sorpresa al entrar en la casa, dado que desde fuera no imaginas lo que realmente se esconde dentro. También destacar el uso de papeles pintados manualmente, las molduras, las obras artesanales en relieves tallados a mano en murales y apliques de luz o la laboriosa colocación del suelo en Campaspero, que lleva un despiece realmente bello”, asegura el interiorista.

 

Busco el equilibrio entre lo clásico y lo moderno, me gusta crear espacios elegantes con toques sofisticados y cuidando mucho el uso de la luz y el color. Aquí, en una vivienda ubicada en un bajo a pie de calle, no resultó fácil

- Miguel Muñoz, interiorista

 

Y si hablamos de dificultades, tenemos una clara ganadora, según Miguel, “la bóveda del salón/cocina con los nervios cruzados que son una obra de ingeniería, es maravillosa la precisión con la que fue ejecutada, horas de trabajo tanto del constructor como del artesano, fue absolutamente motivador en el proceso y gratificante en el resultado”. A la hora de decorarla se pensó mucho en las curvas, que tuviera reminiscencias arabescas, ya que el propietario pasa algunas temporadas en Dubái y se inspira mucho en los espacios que visita. De ahí también las formas de los techos, los baños, los materiales de primera calidad…

El resultado final cuenta esa historia, la del acierto y la del ‘traje hecho a medida’: es una casa pensada para el estilo de vida del propietario, para disfrutar de su gente, con muchas posibilidades para la diversión y diseñada hasta el más mínimo detalle.

 

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