En la mayoría de pisos antiguos predominan los tonos oscuros de los muebles de madera. También, la poca luminosidad que reina en las distribuciones desaprovechadas de los espacios. Por eso, cuando se decide darle un toque renovado, se opta por los tonos blancos, cálidos y los espacios abiertos.
Es el caso de esta vivienda de alrededor de 15 años de antigüedad que el equipo de interiorismo de Laura Martínez se ha encargado de reformar en la ciudad catalana de Terrassa. Con una distribución “muy clásica y espacios mal aprovechados” tal como cuenta la interiorista, la casa ha dejado de lado la oscuridad que la caracterizaba para convertirse en lo que sus propietarios anhelaban: un hogar moderno, atemporal, funcional y muy luminoso.
Una de las claves de la reforma ha sido unificar la zona diurna de la casa, con el objetivo de ganar amplitud, potenciar la luminosidad y que el espacio de la casa fuera práctico para el día a día. Este rediseño de la distribución, se ha centrado en la unión del recibidor, el comedor, la cocina y el pasillo en una sola estancia.
El estilo escogido para la decoración de la casa es el estilo Scandi, que son sus líneas rectas, el color blanco como protagonista y los materiales naturales como la madera para los muebles, le aportan a cada una de las estancias ese toque de vitalidad y frescura que le faltaba al piso. Ahora, la casa goza de espacios acogedores, en coherencia y armonía absoluta con un estilo que está más de moda que nunca y de la mano de los tonos beige, marrones y verdes azulados.
El después: espacios abiertos, funcionales y con mucha luz donde prima el equilibrio
Foto: Bonet Fotografía
La casa, después de la reforma realizada por el estudio de Laura Martínez, desprende la frescura y la calidez propia de las casas más modernas. Todo, gracias a haber dejado atrás una distribución desaprovechada y a la vinculación con la naturaleza que proporciona el estilo de decoración Scandi.
Reforma integral: de piso anticuado a piso atemporal de estilo Scandi