Esta vivienda unifamiliar, construida en los años 70, mantenía la estructura, la distribución e -incluso- la decoración de la época. Sus nuevos propietarios (un matrimonio con tres hijos) confiaron el proyecto de reforma integral al estudio de arquitectura e interiorismo Martínez Elorza, fundado por Elisa Martínez y Odone Elorza. Situada en el barrio de Casablanca de Zaragoza, la casa cuenta con dos plantas y sótano y un gran jardín con piscina.
Foto: Felipe Scheffel
Las arquitectas han intervenido tanto en el interior como en el exterior de la casa para actualizarla y han renovado las instalaciones teniendo en cuenta la sostenibilidad. “No entendemos una reforma de esta envergadura sin mejorar las filtraciones de aire, los aislamientos y las instalaciones. La nueva calefacción es con aerotermia y suelo radiante y refrigerante y con ventilación con recuperación de calor para que las perdidas energéticas sean mínimas”, explican.
Aunque la vivienda se ha reformado por completo, han respetado algunos elementos originales como boiseries, molduras, chimeneas, escalera… con la intención de preservar su espíritu. “Nosotras somos partidarias de conservar ciertos elementos en las viviendas si pueden aportar singularidad al nuevo espacio”, señalan Elisa y Odone.
El pavimento original no se pudo conservar debido a la modificación de la distribución y la incorporación del suelo radiante. Sin embargo, eligieron una madera de roble natural cepillado con forma de espiga en Punta Hungría muy similar a la que existía en la vivienda. Se ha instalado con faja perimetral que, además de resaltar el dibujo de la espiga, ayuda a delimitar espacios dentro de una estancia tan amplia como es el salón.
Foto: Felipe Scheffel
Para la decoración, han elegido mobiliario contemporáneo y el resultado es un clásico renovado, actual y con mucho estilo. En cuanto a la cromática, se ha optado por una base blanca, que se complementa con toques de color mostaza o verde y detalles negros y dorados, para crear una atmósfera luminosa y relajante.