Tras quince años de trayectoria, hace tres que la arquitecta catalana decidió independizarse para dar rienda suelta a su creatividad firmando proyectos diversos y personales. Hablamos con Núria Selva, todo un nuevo descubrimiento.
Sobre Núria Selva
“Soy arquitecta por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, y trabajé en los estudios de Francesc Bascompte, Manuel Ribas Piera y MSA+A antes de fundar, en 2010, el despacho DS Arquitectes –junto a mi colega Sandra Dachs–, desde el que desarrollamos proyectos de interiorismo para promotoras inmobiliarias y operadores hoteleros.
Una década más tarde, en 2020, decidí darle a mi trabajo –y a mi vida– un impulso de libertad, emprendiendo en solitario al inaugurar mi estudio multidisciplinar en plaza Molina (Barcelona)”
L’Eixample. Su respetuosa reforma de un piso en un edificio histórico
Filosofía creativa
Mi filosofía creativa se basa en el ‘interiorismo emocional’, que busca crear ambientes que despierten emociones y, transmitiendo belleza y armonía, generen bienestar. Proyecto espacios donde las personas se sienten a gusto; y definiría mi trabajo como apasionado, intenso, exigente, empático y detallista.
Cadaqués. Detalle de otro de sus proyectos residenciales, en la Costa Brava
Sin frenos
Acabo de entregar dos proyectos de interiorismo: un pisazo en el Eixample y el vestíbulo de un edificio de viviendas, también en Barcelona; y la piscina y su entorno en el jardín de una casa en l’Empordà. Y tengo abiertos varios de distintas índole y escala, como un nuevo centro de pilates, una clínica oftalmológica y el taller de una ilustradora, los tres en Barcelona, o la dirección de obra de un apartamento en primera línea de mar en Calella de Palafrugell (Girona).
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